-Buenos días- siento como alguien susurra y su aliento choca contra mi cara. -Blake, despierta es un nuevo día princesa- siguió hablando y yo comencé a gruñir y a abrir perezosamente mis ojos.
-¿Anne?- pregunté tratando de ver bien ya que la luz del sol pego directamente en mis cara.
-Anne no esta, fue a buscarte algo de ropa- sonrió.
-rayos, Brad ¿que haces acá?- me senté de golpe en la cama y lo mire frunciendo el ceño.
-solo vine a ver como dormías, no resistí más y quise despertarte- dijo lanzando una pequeña risa.
-oh, Brad eres un idiota, pero todo era demasiado lindo como para ser verdad- sonreí y me recosté nuevamente.
-lo siento si estabas cómoda durmiendo- hizo una mueca.
-no te preocupes- lo mire y el tomó una de mis manos, ya que estaba sentado en el suelo apoyando su cabeza en el borde de la cama mientras yo tenia mi cabeza apoyada en la almohada.
-tenemos que hablar de algo muy importante- suspiró.
-¿que?, ¿sucede algo?- lo mire confundida.
-el verano acabara y no quiero alejarme de ti- dijo apretando sus labios mientras sostenía mi mano y la acariciaba con su dedo pulgar.
-pero aún falta mucho ¿no?- lo mire.
-3 semanas Blake- dijo el poniéndose de pie para luego recostarse en la cama de james a mi lado, me gire para observarlo mejor.
-Son 3 semanas Brad, aun queda tiempo- sonreí.
-Te conozco hace.. 2 meses y unos cuantos días ¿sabes?- yo asentí -es como si lleváramos prácticamente conviviendo mas de 5 meses juntos- sonrió.
-¿lo sientes así?- lo mire -Yo también, ya que me he acostumbrado bastante a ustedes- suspiré.
-solo.. vivamos el momento, sin contar los días- dijo el pasando su brazo por encima de mi estomago.
-Brad, yo no quiero ser solo un instante para ti- dije alejando su brazo.
-no eres solo un instante- dijo volviendo a pasar su brazo por encima de mi estomago.
-¿entonces que?-
-Bésame y después te lo explico- sonrió.
-eres de los que no hay- dije riendo el solo me apego a el y beso dulcemente mi mejilla.
-eres una odiosa-
-te besaría pero.. no quiero que tus besos sepan a Sussie- rodee los ojos.
-¿celos?- dijo Brad colocándose sobre mi, pero solamente la mitad de su cuerpo, para así quedar ambos frente a frente.
-No, pero ella es un poco..como te lo digo- pensé -¡es una zorra!- lo mire y el comenzó a reír.
-claramente estas celosa- dijo el acercándose a mi, tanto hasta el punto en el que roso sus labios con los míos -y eso me gusta- susurro.
-quítate Brad- lo mire fijamente, así como el lo hacia.
-¿si no que?- dijo alzando una de sus cejas.
Y lo bese, esta vez yo lo besé, es que teniendo sus labios de los míos a una distancia como esa ¿quien diablos se resistiría?...yo definitivamente no lo haría, no podía moverme hacia ningún lado, ya que las sabanas me cubrían, y estaba demasiado enredadas como para irme, pase mis manos por encima del cuello de Brad para luego acariciar sus hermosos risos, el sonrió entre el beso para luego irnos separando lentamente... eso fue ¡wow!.
-Blake, Aquí esta tu..- dijo Anne mientras entraba a la habitación quedando con la boca completamente abierta. -ropa- sonrió
-ow, eres la mejor, gracias- le sonrei.
-No me agradezcas, y nos vemos luego..que pasen un lindo día par de tórtolos- dijo y nos hizo un gesto de despedida.
-Eso fue raro- dije.
-Es anne, ella es rara- rió.
-todos lo sabemos Brad-
-Blake, no se pero..¿te gustaría pasar el día conmigo?- pregunto tierno.
-claro que me gustaría-
-entonces, ve a darte una ducha, te espero en 15 minutos para que tomes desayuno- sonrió y deposito un corto beso sobre mis labios.
-¿por que siempre me besas cuando estoy desprevenida?- le dije y reí.
-de eso se trata- dijo y guiño su ojo para luego salir de la habitación.
Me levante y saque una muda de ropa salí de la habitación y me dirigí rápidamente hasta el baño para luego abrir la canilla y comenzar a darme una ducha, no tarde más de 8 minutos, cuando salí ya vestida y con el cabello cepillado, corrí a la habitación de James ya que en el bolso Anne había traído un poco de maquillaje, mi mejor amiga siempre tan preocupada.. cuando ya estaba lista y tenia todo guardado, salí hasta la cocina y me encontré a Brad esperándome, con el desayuno, tostadas y jugo de naranja.
-se ve delicioso- dije sentándome a su lado.
-espero no lo vomites luego- me miro.
-no lo creo, la primera vez que comí de tus panqueques sabían realmente deliciosos- dije mientras le daba un mordisco a mi tostada. -oh esto sabe bien- le dije y el me regalo una sonrisa.
Al terminar el desayuno, Nrad recogió y lavo todo mientras yo iba por mis cosas para ir a dejarlas a mi cabaña, cuando fuimos pase directamente a la habitación de Anne para avisarle que pasaría todo el día con Brad para que luego no me estuviera buscando como loca, luego de eso nos dirigimos al lago, en donde estaba ese gran árbol con la soga colgando.
-me gusta este lugar- lo mire.
-a mi también, es muy tranquilo por estos lados- dijo y se sentó en el suelo.
-esta muy lejos de los demás- le respondí y luego me senté a su lado.
-son las once.. pero ¿quiere meterte al lago?-
-son las once de la mañana y no he traído bikini- reí.
-yo tampoco he venido preparado para esto... solo vamos sera divertido- dijo encogiéndose de hombros.
-Tengo una idea- dije y me puse de pie.
-¿cual?- pregunto el, algo confuso.
Me puse de pie y saque mi playera lentamente y con un poco de nerviosismo quedando solamente en sujetador, uno que quedaba perfecto en mis pechos, mire a Brad quien me miraba realmente boquiabierto y se me escapo una risita inocente, traía conmigo un short por lo que no era problema para mi quedarme con el. Brad se quedo observándome unos minutos y luego se puso de pie y comenzó a quitarse los jeans, luego se deshizo de su camisa quedando solo en ropa interior dejó todo tirado y me tomó entre sus brazos para luego correr hasta dentro de el lago y hundirnos a ambos bajo este.
-Estas loco, esta muy fría- le grite.
-contigo así, entre mis brazos..no, no lo creo- sonrió coqueto y beso la punta de mi nariz provocando cosquillas.
-Brad, es en serio esta bastante fría- dije temblando.
-entonces... hagamos algo- dijo observando hacia todos lados y luego su mirada se poso en la soga del gran árbol, me miro y sonrió maliciosamente.
-No, no lo creas, ni loca me tiro desde ahí- lo mire asustada.
