De amor y tormento #2 "De amor y soledad".

Capítulo 10

Nick llegó a su casa y observó que tenía muchos mensajes en el contestador. Axel Molina estaba intentando dar con él y necesitaba hablar ¡Urgente!

—Tú dirás —dijo cuando encendió la Laptop y apareció su amigo en la pantalla, su expresión distaba de ser simpática y eso alteró más su mal humor.

—Tenemos que hablar ¡Y muy seriamente!

Nick se encogió de hombros.

—Habla.

—¿Qué sabes de tu padre? —Preguntó.

—Que me llamó cuando estaba en Nasáu y me pidió que trabaje aquí, luego me envió un escueto mensaje con las cosas que tenía que hacer. Se poco más de él.

—Ah muy bien lo tuyo... —espetó con sarcasmo.

—Axel ¿Me quieres decir lo que está pasando?

—¡Mierda! Es que para mí tampoco es fácil... hermanito.

—Uau... sabía que nuestra amistad era importante, pero esta cursilería... No te tenía tan amoroso, Molina.

El otro río mirando hacia un costado. Supuso que miraba a su esposa. Nick le dio un trago a su cerveza y Axel volvió la cara a la pantalla.

—Dios —dijo frotándose los ojos— Nick ¿Cómo te digo esto sin que nos matemos?

El otro arqueó la ceja ¿Tan grave era lo que su amigo tenía que decirle? Y la verdad no estaba de ánimo para adivinanzas. Sinceramente no estaba de ánimo para nada ¡Maldita sea Eloise Ritman y maldito sean los Austin!

—A ver, Axel Molina, sin rodeos porque, sinceramente, no tengo ánimos para nada ¡Agradécele a Eloise Ritman y de paso a mi padre! Digo, por si lo ves.

Emily se sentó al lado de Axel y le besó la mejilla y luego le acarició el labio inferior, esa caricia llena de amor hizo que al Capitán del Ejército le ardieran las mejillas. Recordó que una vez, Eloise le había acariciado la barbilla, fue una caricia ingenua y temerosa, pero había sido una caricia muy dulce y cargada de ternura...

—Mi amor —le dijo— sin rodeos. Anda que tampoco es tan grave como para hacer dramas.

—Es que...

La mujer puso los ojos en blanco y miró directamente a la cámara, luego frunció el cejo.

—Te ves muy mal —le dijo con el ceño fruncido.

—Gracias.

—Bueno. Esto va a doler, pero lo descubrimos hoy y tienes que saberlo. Nick tu papá sale con Teresa ¡Ya está! Ya te lo dijimos y... ¿Se murió alguien?

Nick se mordió el labio inferior y se llevó las manos al puente de la nariz, parecía querer llorar y reír.

—¿Eso era lo urgente... hermanito?

—¡No vayas por ahí, Marshall!

—Axel Marshall ¿Cuántas veces planeas cambiarte de apellido?

Emily rio ante la incrédula mirada de su furioso marido.

—¡Mierda! Es mi mamá ¡Emily! Defiéndeme.

—Admítelo, amor, estás ahogándote en un vaso con agua. Son grandes y saben lo que hacen.

—¡Nooo! No me vengas con eso.

—Vamos, por favor ¿Qué de raro van a hacer? Son dos adultos sin compromiso. Se quieren, se respetan.

—Y van a formar una familia —Terminó por ella Nick.

—¡No se puede hablar en serio con ustedes! —protestó.