Eloise le abrió la puerta de entrada de su casa y Nick comenzó a cruzar el pequeño camino bordeado de plantas florales de distintos colores que ahora estaban dormidas por el frio.
No sabía por qué estaba tan expectante y ansioso por esa visita, no era nada del otro mundo, sino más de lo mismo; Él llegaba y ella empezaba a cocinar mientras hablaban de todo lo que habían hecho en el día. Ella resultaba muy dulce y comprensiva y él seguía investigándola por los cargos en su contra.
Pero ella no lo sabía... nadie lo sabía, salvo los Austin que habían sido acusados por ella y el Agente McKingly que era el primo de estos y actualmente estaba haciendo tareas administrativas por romper el coche de la joven.
En las últimas semanas, Eloise se había vuelto menos tímida, tenía un comportamiento más sociable y era más fácil hacerla sonreír. Entablaba más fácil una conversación y ya no se ocultaba tanto del pueblo. Había florecido y muchos se habían dado cuenta. Algunos con felicidad y otros con desprecio.
Pero el que estaba muy contento con el cambio era Luke Callahan. El atractivo vaquero de los Collins.
Luke estaba encantado con el cambio y cada vez que la veía se lo hacía saber, sonriéndole, dedicándole saludos a la distancia y sobre todo regalándole pequeños bombones que ella aceptaba porque confiaba en él. Sin embargo, Eloise no quería las sonrisas de Callahan, aunque fueran perfectas, Eloise quería las sonrisas de Marshall que rara vez eran completas y ocultaban cosas.
Porque Nick Marshall ocultaba algo y eso la intranquilizaba, mucho, teniendo en cuenta que ella también confiaba en él.
Cuando Nick llegó a la puerta, tomó a Eloise en sus brazos y la besó, ella se alzó en puntillas para poder tener mejor acceso a su boca y pasar las manos por su cuello, pero no era suficiente, en un solo movimiento la asió en brazos y ella se obligo a aferrase a su cadera con las piernas...
Ambos jadeaban cuando el cerró la puerta de una patada.
—Eres muy alto... —Jadeó Eloise, luego atacó su boca—. Nick...
—Para ti cualquiera es alto, amor —jadeó él con una sonrisa, antes de besar su cuello hasta que ella gimió apretándose a él.
Era el momento... la comida, fuera lo que fuera que iban a cocinar, podía esperar. La apoyó contra la pared y comenzó a subirle el sweater, tenía la piel cálida y suave, parecía el tacto de la seda más fina... ella se aferró más a él y de sus labios salió un suspiro lleno de dulzura. Los dedos lentamente comenzaron a explorar, levantando la prenda hasta la cintura, mientras que su pelvis se elevaba poniendo sus centros en total contacto.
Era maravilloso y caliente, ella estaba dispuesta, parecía que sabía muy bien lo que hacía porque tomaba cada beso y caricia desde el principio hasta el final. Abría la boca para que el metiera la lengua, abría sus piernas para que él se pusiera en contacto con ella y jadeaba... jadeaba esperando ansiosamente lo que él le iba a dar.
A Eloise le estaba gustando ¡Le estaba gustando mucho! La estaba tratando como la porcelana más fina de una amada colección, como si fuera una pieza a la que se debía cuidar sin lastimar, pero fue en ese momento, en el momento en los las manos de Nick encontraron el broche del brasier, que por ser resistente, tuvo que romper que de un movimiento brusco logrado que de sus labios brotara un grito de terror que lo obligó a soltarla.
—Eloise... —musitó Nick—. Eloise.
—Bájame... —le pido ella dándole pequeños empujones con sus pequeñas manos.
—¿Es un chiste verdad? —preguntó con la voz estrangulada—. No me digas que...
—¡Suéltame! —le suplicó.
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De amor y tormento #2 "De amor y soledad".
RomanceEsta es una historia aparte que "De amor y Tormento". Esta es la historia de Nicholas Marshall. No hay Spoilers. Sígueme para más novedades. Los lugares y personajes de esta historia son ficticios, alguna semejanza con la realidad en mera coinciden...