De amor y tormento #2 "De amor y soledad".

Capítulo 21

Los días ya no eran tan frescos como antes, Gold River se estaba preparando para la llegada de la primavera y la fiesta de la coronación de la reina ganadera. Las bonitas participantes se habían hecho cita en distintos puntos del pueblo para hacer obras de beneficencia para la comunidad y en esas obras estaba una visita al hospital regional.

Eloise Ritman estuvo en la lista, pero la joven se negó a recibir visitas de personas que ya le habían dado la espalda y fue clara cuando le dijo al director del hospital que no quería a nadie molestándola ese día.

El dieciséis de marzo, le avisaron a Eloise que le darían muy pronto el alta y junto a Benjamin y un tímido Nick comenzaron a planificar su traslado.

—Tu casa sigue igual que siempre —dijo Benjamin— Nick se ha encargado de que todo siga en orden mientras tú estabas aquí ¿Me equivoco?

Nick tragó saliva y negó con la cabeza. Las palabras no le salían.

—Todo está en su lugar. Falta llenar la heladera y ver que hay en la despensa.

—¿Puedes hacer eso Nick mientras yo cuido de Eloise mañana a la tarde? —le preguntó mirándolo burlonamente

Nick sonrió mirando a un hombre que se había convertido en un buen amigo, de hecho el único que tenía, porque Axel ya no le hablaba y menos aun Emily.

—Dime qué quieres que compre Eloise.

Ella los miró de hito en hito ¿Se habrían puesto de acuerdo o en verdad se habían hecho amigos?

—No hace falta que.

—Calla corazón —dijo Nick regalándole una sincera sonrisa— dime qué quieres y será tuyo.

—Compra lo básico, eso sí... mucho...

—Jugo de naranja... ya lo sé tesoro. Entonces iré de compras para ti y te llenaré la alacena de comida. Estas a cargo Hurtman, nada de escándalos.

—Prometo comportarme —dijo haciendo sonreír a Eloise por primera vez en dos meses—. Tu también comportante y ya te dije.

—Ya lo sé, nada de bombones. Hasta luego.

Nick salió de la habitación y Benjamin tomó la mano de Eloise besándola con cariño.

—¿Cuándo vas a ceder? —le preguntó en voz baja—. Pobre hombre.

—¿Crees que debería ceder? —inquirió ella.

—Mira cariño, voy a ser claro: ese hombre te ama como nunca nadie va a hacerlo en su vida. Si tú le das una oportunidad verás que todo será maravilloso.

Ella se mordió el labio inferior y eligió cambiar de tema.

—Mejor hablemos de otra cosa, Hurtman ¿Cómo están tus padres?

—Deseando verte y Mateo ha vuelto a Gold River, por si te interesa.

—¡Por Dios, Mateo! ¿Qué pasó con él?

—Dudas en su vocación —dijo con media sonrisa—. Se ha enamorado. Le han dado un tiempo de reflexión en el que puede mantener el celibato o no.

—¿Qué crees tú que va a hacer?

—El amor siempre triunfa, Eloise querida. No tienes porque ponerte tan triste.

—¿Y tú?

—¿Yo qué?

—No te hagas el tonto ¿Cómo van las cosas con Diana? Me dijiste, tiempo atrás, que todo marchaba bien y que estabas haciendo planes a largo plazo, cuando un hombre hace eso... —se encogió de hombros como si fuera algo obvio.