Capítulo 12

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De pronto, sintió como la suite se hacía muy pequeña y pensó que el techo se les caía encima, pero no, no estaba pasando eso.

Se mordió el labio inferior y lo miró a los ojos. Dos pozos profundos que tenían secretos, muchos más secretos de lo que él había admitido y eso la asustaba, porque no le gustaba que la gente le ocultara cosas y también sabía que ella tenía muchas cosas que contar.

—¿Pasa algo? —Preguntó él. Todo, le pasaba de todo y todavía no estaba lista para que le pasara todo aquello junto.

—Estoy asustada.

—Admito que esto, llamado deseo, puede ser abrumador, pero estás conmigo, Eloise.

Ella negó con la cabeza, pero no podía negarlo, el deseo era abrumador y hacia que se sintiera tan ligera, pero pesada al mismo tiempo. Le dolían los pechos, literalmente sentía que sus pezones se presionaban contra el brasier y sentía un latido entre las piernas, sentía como los músculos se contraían y una humedad empapaba su delicada carne.

Lo deseaba y no se sentía avergonzada de desearlo. Se sentía asustada porque amaba al hombre que deseaba.

Nick comenzó a besarla, sus labios pasearon por todo lo largo de los labios de la joven, que cerró los ojos y se entregó por completo a un besó que fue in crescendo. Le pasó las manos por toda su pequeña espalda y la apretó contra sí, ella se puso de puntillas para poder tener mejor acceso a sus labios provocando que sus senos se froten contra su torso.

—Eloise... —susurró en sus labios y le tomó la nuca con la manos para impedir que sus labios se separaran.

Era como tocar el cielo. Sus labios eran tan dulces e inexpertos que cualquiera que la estuviera besando pensaría que era una mujer que estaba a punto de hacer el amor por primera vez, de entregar su virginidad al hombre que de verdad la apreciaría.

El había estado con una virgen cuando volvió de una misión en Pakistán y no había podido disfrutar demasiado, porque tenía miedo de hacerle daño, la joven Briana se asustó mucho cuando sangró y se largó a llorar, era una joven ingenua que había vivido en una nube de fantasía hasta que el entró en su vida y la despojó de la inocencia que tanto sus padres habían cuidado.

Al fin y al cabo, para algunos era un negocio.

Al final de cuenta, la intención había sido atraparlo, pero no había sucedido, porque él no tenía honor más que en sus medallas y la "Joven Briana" no había quedado embarazada.

Pero esta inocencia no era inocente, era la inocencia propia de una mujer que sabía lo que hacía, porque no era inocente, aunque suspirara con los movimientos de su lengua y se asombrara de sentir sus manos en la delicada piel de la espalda.

—Nick —susurró Eloise en sus labios, pero este, con movimientos delicados comenzó a subir la delicada tela de la blusa y se la sacó por la cabeza.

—¿Confías en mi? —se oyó preguntarle.

—Si —dijo ella ¿Cómo no iba a confiar en el hombre que amaba? Le daría la vida si él se la pidiera, lo haría sin parpadear.

—Vamos a hacerlo despacio —dijo pasando la nariz por su delicado cuello. Ella le apretó los hombros, hundiendo las uñas en su carne cuando él llegó a la clavícula y mordió delicadamente el vulnerable hueso que sobresalía.

—Nick necesito decirte que esta es mi primera vez.

—Shh no necesitamos más que saciar el cuerpo de este deseo, estás en mis manos Eloise —Literalmente ya era suya y no había nada más que hacer.

Nicholas la tomó en sus brazos y ella se aferró con las piernas a sus caderas, él la depositó en la cama con delicadeza y se quitó el sweater que traía puesto y luego la camisa, mientras que ella, sin blusa y apoyada en los codos lo observaba sonrojada.

De amor y tormento #2 "De amor y soledad".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora