El viernes amaneció muy frio y lluvioso. Benjamin se bajó del auto y se envolvió bien en la chaqueta. Al entrar al hospital se encontró con que había bastante gente con flores de bonitos colores, ya que en los últimos días muchas personas le habían mandado flores a Eloise.
En recepción en indicaron que podía subir a la habitación de Eloise y que la visita duraría diez minutos.
En la puerta se encontró con Nicholas Marshall, que salió bastante pálido. Parecía haber estado llorando y la sombra de una barba de vario días comenzaba a ser cada vez más visible. Lo vio sentarse y apoyar los codos en sus rodillas.
—¿Hay algún cambio? —preguntó con esperanza, pero el otro negó con la cabeza y se pasó la mano por el cabello. El tiempo se estaba acabando y no queria que se acabara el tiempo, no podía acabarse el tiempo.
—Ninguno —con una fuerte necesidad de cambiar de tema, Benjamin se sentó a su lado y preguntó:
—Me enteré que Kat Ritman desapareció.
Nick sonrió, pero no era una sonrisa sincera, ni siquiera era una sonrisa de malicia. Era algo completamente fuera de sentido común, era algo que solo hacía un hombre cuando lo que más amaba le era arrebatado.
—Ella cree que desapareció, lo que no sabe es que tengo a una persona que la está vigilando siempre.
—Es usted muy listo —observó Benjamin.
—No tanto —dijo, negando con la cabeza—. Hubiera querido ser más listo y abrir los ojos a tiempo.
—Hubiéramos querido ser todos más listos y matar a los Austin. Pero de haberlo hecho...
Nick suspiró.
—Sabes qué, Benjamin, mi padre pensó que iba a poder hacer esto, pero se equivocó, no pude hacerlo y no quiero perder a la mujer que amo, porque la amo.
—Sé que la amas.
—Pero tú también la amas.
—Suelo decir que las mujeres no le pertenecen a nadie, que no son objetos, pero Eloise es tuya. Jamás la había visto tan feliz ni tan entusiasmada con la vida como cuando estaba contigo, sonreía, se maquillaba a todas horas esperando verse bonita, hasta había cambiado de perfume, solía usar uno con jazmines, pero comenzó a usar uno más sensual y atractivo. La volviste una mujer, Nicholas la mujer que solía ser antes.
Anonadado porque un contrincante haya visto tanto cambio que parecía hermoso, se sintió miserable porque para él fuera un arma de seducción.
—Tengo la esperanza —dijo Benjamin— que puedas amarla como se merece y que le des la vida segura que se merece, lejos de este lugar que tanto daño le ha hecho.
—¿A dónde te vas tú? —preguntó Nicholas mirándolo.
—A Ontario, mi hermano tiene que rendir un último examen para ser sacerdote y esta vez quiero estar a su lado.
—No sabía que tuvieras un hermano.
—No hablamos mucho últimamente y no me siento orgulloso de eso, pero siempre será mi orgullo.
—¿Quién se hará cargo del pueblo si renuncias al cargo?
—Llamaré a elecciones dentro de tres semanas, cuando las boletas estés listas. El lunes empezaran con las campañas electorales. Son buenos partidos, el pueblo estará bien.
Unos minutos en silencio le dieron la suficiente fuerza a Nick para hacer lo correcto.
—Pasa a ver a Eloise, Benjamin —le dijo con voz apagada—. Necesita oírlo de ti. Ella escucha todo lo que pasa a su alrededor ¿sabías?
ESTÁS LEYENDO
De amor y tormento #2 "De amor y soledad".
RomanceEsta es una historia aparte que "De amor y Tormento". Esta es la historia de Nicholas Marshall. No hay Spoilers. Sígueme para más novedades. Los lugares y personajes de esta historia son ficticios, alguna semejanza con la realidad en mera coinciden...