Capítulo 14

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Eloise se miró al espejo mientras hablaba con Luke Callahan y un pedido desesperado que la hizo reír.

—Es que no sé...

—Deberías... ¡por favor!

—Luke —suspiró y finalmente claudicó—. Muy bien. Lo haré, pero con una condición.

—Te escucho.

—¿Qué sabes de Marina? Me enteré que regresa a Gold River.

El silencio fue tangible, sabía de sobra que lo de Luke Callahan y Marina Collins les había dolido a ambos, pero como se decía que la joven iba a volver, quería saber que le pasaba a Luke con ella.

—Sabes de sobra que pasó con Marina. Cada uno eligió.

—Prácticamente la obligaste a elegir Luke.

—Eloise... no quiero hablar de esto, por favor.

—Bueno —dijo ella— Nick y yo estaremos a las siete treinta en la puerta, él estará a mi derecha y tú a mi izquierda. O como quieran.

—Gracias tesoro —le dijo sinceramente aliviado—. Te debo una.

—¿Quién te persigue? —pregunto Eloise mientras cerraba las cortinas de su habitación.

—Marilee Robinson.

—¿Qué le dijiste?

—La besé una vez... tres veces, pero eso no significa que quiera algo con ella.

—La besaste ¿Por qué la besaste si quieres tener algo con ella?

—Fue por el momento... y...

—Ya... le diré a Nick y nos vemos allí.

Eloise negó con la cabeza sin poder creer en lo que se había metido ella solita. Pero ahora tenía algo más importante en lo que pensar. Metió las pocas cosas que le faltaban en una mochila y junto a Plumita se dirigieron a la casa de Nick, al llegar golpeó la puerta y él le abrió

—Buenas tardes señorita Ritman —le dijo apoyado en la puerta con una extraña sonrisa— ¿Necesita algo?

Ella sonrió.

—Me dijeron que aquí vivía un hombre que estaba dispuesto a cumplir cualquier fantasía que una mujer tuviera.

Nick, sin poder creérselo, tuvo que elevar una ceja. Ella estaba ahí parada con una mochila al hombro, unos lindos borcegos negros y un jean muy ajustado de color azul marino. Su largo cabello le enmarcaba la bonita cara con forma de corazón y caía en delicadas ondas hasta la cadera.

Parecía tan inocente.

Tuvo que aclararse la garganta y pensar. Recordar que era Eloise Ritman, acusada de falso testimonio, invasión a la propiedad, incendio...

Hizo un paso atrás y la dejó entrar a ella junto a su perrita que al verlo mirar a su dueña con cara de pocos amigos, mientras que ésta estaba de espaldas comenzó a ladrarlo y a querer morderlo.

—Plumita no. Es Nick.

La perrita miró a su dueña y luego a él, parecía querer advertirle a la joven que las cosas no iban bien en ese lugar.

«¡Maldito animal!» pensó Nick ¿Por qué tenía que protegerla si no se lo merecía?

—Tus cosas están en mi habitación —le dijo después de darle un beso y mirarla fijamente a los ojos.

—¿Perdona?

—Lo que quiero que te pongas esta noche, si te apetece, claro está.

—¿Qué es eso?

De amor y tormento #2 "De amor y soledad".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora