De amor y tormento #2 "De amor y soledad".

Capítulo 26

Cuando Nick despertó al día siguiente, Eloise estaba durmiendo sobre su pecho, con cuidado, se enderezó para verla mejor, su delicado rostro estaba totalmente relajado. Muy despacio, acarició su mejilla y su nariz sonriendo al ver que ella sonreía al sentir su tacto.

La amaba. La amaba demasiado y al parecer a cada instante la amaba más que antes.

Despacio, se levantó de la cama y ella suspiró cuando la cubrió con el edredón. Bajó a la cocina y comenzó a preparar el desayuno, sacó las naranjas de la heladera y las exprimió, tostó pan blanco y sirvió café. Salió al balcón y cortó dos jazmines de la maceta que estaba en la esquina y las puso en un pequeño florero.

Cuando subió con el desayuno listo, Eloise estaba ocupando la mitad de la cama y el edredón se le había corrido mostrando la cima de uno de sus pechos.

—Eloise, despierta —ella se quejó y se dio vuelta dejando a la vista su espalda desnuda— Eloise.

Ella murmuró un «vete».

—Eloise despierta. Tenemos que asistir a un almuerzo que es a la una de la tarde.

Ella levantó la cabeza y esa hermosa cabellera quedo desparramada por la almohada.

—¿Qué? —preguntó quitándose un poco de cabello de la cara.

—Hay una fundación que contrató mis servicios hace un mes y me invitaron a este almuerzo que es hoy.

—¿Pero cuanto sale la tarjeta? A mi no me gan invitado.

—Soy un invitado —dijo extendiéndole la tarjeta— Señor Marshall e invitado, mi invitado eres tú, mi prometida.

Le extendió el desayuno.

—Buenos días, mi amor. Anda, come.

Ella tomó un trago de jugo y lo miró.

—No me vas a dar un beso ¿cierto?

—Come todo y ya veremos.

Ella le sonrió mientras tomaba un trago de café y Nick le ponía queso y miel a una tostada que después le entregó.

—Entonces... ¿Vas a almorzar conmigo? —le preguntó bebiendo su café.

—Soy la representante de las bodegas «Valle del Sol». Directamente desde Napa —dijo mordiendo la punta de la tostada—. Claro que iré.

Se mordió el labio inferior saboreando una gota de miel.

—Me encanta tenerte aquí, en mi casa. Nuestra casa...

—A mi me encanta poder estar a tu lado. Nick esto no va a ser nada fácil, pero...

—Nada ni nadie te va a alejar de mi ¿sabes? No importa los momentos que pasemos juntos, sean fáciles o difíciles, estaré a tu lado, sostendré tu mano porque sé que tú  sostendrás la mía.

Eloise se acercó para besarlo y dejarle en los labios todo el amor que sentía por él. Sus manos se aferraron a su cuello y su cuerpo se amoldó al de él.

A la una en punto, Eloise se bajaba del auto de Nick vestida para compartir el almuerzo que organizaba la fundación con la que Nick estaba colaborando. Vestía un delicado vestido floreado y corte hasta la mitad del muslo y en los pies sus zapatos nude de la suerte, su cabello, estaba como siempre, suelto y peinado hacia el costado.

—Te ves increíble —le dijo Nick, besando la unión de su cuello y hombro.

Ella lo miró, vestido de smoking y peinado hacia atrás, no había hombre que se le pareciera ni que le hiciera sombra. Un nudo se le instaló en el estómago, ese nudo y esa presión que sólo el deseo se apoderaba cuando...