De amor y tormento #2 "De amor y soledad".

Capítulo 25

Nick guió a Eloise con los ojos tapados hasta la sala de su departamento. Ella tenía sus dos manos sobre la mano de Nick, era un lugar cálido y había mucho aroma a flores primaverales, Nick se puso frente a ella y no dejó que abriera los ojos mientras se quitaba la corbata, ella al sentir movimiento los abrió y lo vio.

—Si me va a hacer un Streetptese, señor Marshall tengo que verlo ¿no cree?

Nick sonrió y se sacó la corbata lentamente, calculando los movimientos, maravillado por esos ojos que lo tenían atrapado.

—Date la vuelta —le dijo con la corbata en la mano— vamos.

Ella sonrió maravillada y se quedó sin palabras al ver la espectacular vista de la ciudad de Nueva York.

—Nick no puedo creer que...

—Shh... después hablaremos de la vista —le dijo al oído, besándole la zona sensible debajo del lóbulo—. Ahora tengo algo mejor que hacer que ver ese mar de acero y cristal.

Le vendó los ojos y ella sonrió cuando él le comenzó a besar muy lentamente las mejillas, bajando por la mandíbula y deteniéndose en la cima de sus pechos.

—Te tengo a mi merced —le dijo con una sonrisa. Ella suspiró pidiéndole con un delicado «más» que siguiera repartiendo esos delicados besos que le producían miles de cosquillas.

—¿Por qué me vendaste los ojos? —preguntó sonriendo—. Quiero verte, mirarte y que me mires...

—Porque tengo una sorpresa para ti, porque te me adelantaste a todo y porque te amo mucho... —la besó— mucho, muchísimo.

La tomó en sus brazos y la cargó escaleras arriba.

—Cada vez usas zapatos más altos —dijo mordiéndole el mentón y luego succionando su labio inferior. Le encantaba su sabor dulce, y esa forma tan delicada de entregarse al placer de amar. Y su perfume... ese perfume que marcaba cada momento que habían vivido juntos.

—Son mis zapatos de la suerte —dijo besándolo a su vez y sonriendo al interceptar un suspiro de placer— ¿Funcionan bien?

—Vamos arriba porque no me voy a resistir y antes de volver a amarte necesito darte algo.

—mmm señor Marshall. Yo tampoco puedo resistirme a usted.

Cuando llegó a la cama la depositó don delicadeza y mientras la besaba se iba desprendiendo los botones de la camisa.

—Nick...

—Shh tranquila.

Eloise sonrió, habían pasado meses desde la última vez que la tocó y todavía no habían hablado bien de todo lo que había pasado y necesitaba decirle, deseaba decirle todo lo que había pasado aquella vez que Tod y Kyle le arruinaron la vida.

—Espera —dijo él y le quitó la corbata de los ojos, ella parpadeo y al mirarlo ambos sonrieron—. Mejor así, me gusta perderme en ese hermoso color de ojos. No soy yo mismo si no me veo en ti.

Ella sonrió.

—Shhh... después, mi amor, después. Vivamos este momento, disfrutemos de nosotros, de lo que compartimos, del ahora. Basta de los demás, basta de esos otros que siempre estuvieron entre los dos.

Eloise suspiró cuando Nick levanto y saco la delicada blusa de los pantalones de ella y con los nudillos acaricio la delicada piel sobre sus costillas y luego las deslizó posicionándola sobre los senos.

—Nick...

Nick sonrió.

—Me encanta tu cuerpo, pequeño, delicado, suave. Encaja perfectamente debajo del mío.