~P.O.V. Lucy.
Hace 12 años atrás...
Estaba en el balancín entretenida mientras mis padres y mis tíos hablaban dentro de la mansión de ellos. Llevaba mi vestido celeste favorito.
Baje del balancín y busque a mis primos en el jardín.
—¡Peter! —Exclamé, al notar mi vestido lleno de tierra. Mis ojos se estaban aguando. Peter me había votado, al caer me ensucie y de mi rodilla comenzó a surgir un hilo de sangre por lo que me asuste y empecé a llorar. Peter siguió corriendo, a los segundos después sentí los pasos apresurados de alguien.
—¡Lucy! —Escuche a mi primo mayor Jhonnatan, al llegar a donde estaba trato de levantarme, pero yo me negué me dolía mucho.— Vamos levanta te para poder curar tu herida.—Trataba ayudarme a levantarme, pero no hacía más que quejarme y llorar con más fuerza.— Yo te tomaré para que no te duela, pero deja de llorar.—Dijo amablemente limpiando mis lágrimas con sus pulgares, deje de llorar un poco y me abracé a su cuello, él tomo con cuidado mis piernas y me alzó. Llegamos hasta una fuente en donde me sentó.
—¡Duele! —Chillé al sentir su mano en la herida.
—Tranquila ya pasará. —Él con sus manos esparcía agua por mi rodilla dañada.—Ves la herida ya no sangra.—Comprobé lo que estaba diciendo y, efectivamente estaba en lo cierto.
—G-gracias Jhonny. —mis ojitos y mejillas deben de estar rojos por el llanto.
—Pero ahora dime, ¿Qué te paso? —interrogó un poco más serio, él tenía 9 años, nos llevábamos 3 años de diferencia siendo él más grande que yo, en edad y estatura.
Yo baje la mirada avergonzada, me ponía incomoda en ocasiones que Jhonnatan me mirara directamente a los ojos.—Peter chocó conmigo y me votó. —Estaba triste no solo por el hecho de que me había votado, sino que él vestido que traía era mi favorito. Mamá me lo había regalado para mi cumpleaños y era muy especial para mí.
—Ese idiota de mi hermano. —Dijo entre dientes Jhonnatan con las manos hechas puños.
—I-dio-ta...—Repetí, no entendiendo el significado de esa palabra, Jhonnatan me miro sorprendido y nervioso. ¿Por qué me mira así?, ¿Dije algo malo?
—Olvida lo que dije Lucy, esa palabra no la repitas...Ya le diré a mi madre lo que hizo Peter.
—Está bien... ¿Jhonny?
—¿Sí?, ¿Qué pasa hermosa? —Me sonroje ante lo que dijo.
—¿Me das un chocolate? ¡Por favor! —Rogué mirándolo con unos ojitos de perrito triste.
—Está bien, pero si sigues comiendo chocolates terminaras como una pelota. —Bromeó él, a lo que infle mis mejillas ofendida.
—Te ves tan tierna enojada. —Pellizco una de mis mejillas, pero golpeé su mano.
—No hagas eso. —Reclamé.—No me gusta.
—Entonces vamos, sino me arrepentiré. —Me colgué de su espalda y, él me llevo hasta la casa, donde nos dirigimos a la cocina.
Él siempre me trato con cariño, era muy amable conmigo, se preocupaba por mi bien estar y la mayor parte del tiempo estábamos juntos. Me llevaba al parque, a la playa o nos bañábamos juntos en la piscina. Recuerdo todos estos momentos como si hubiera sucedido ayer. Toda la felicidad que tenía en ese momento desapareció un año en verano, cuando mis padres llegaron junto a mis tíos a cenar, yo tenía 8 años y estaba en la mesa sentada al lado de Jhonnatan.
—Bueno chicos tenemos que decirles algo muy importante. —Deje de comer y fije mi vista en mi padre. Él continuó. —Debemos mudarnos a California Lucy.
—P-pero Papá...—Mis ojos picaban, y las lágrimas corrían por mis mejillas.
—Lucy tu padre y yo debemos realizar unos negocios importantes allá. Por lo que nos mudaremos allí. —Dijo con tranquilidad mi madre.
—¿Por cuánto tiempo será? —Preguntó.
—Hasta que lo solucionemos, es indefinido. —Mi padre estaba serio. No quería irme, no quiero alejarme de Jhonnatan. Sentí la mano de Jhonnatan sujetar mi mano y la apretó debajo de la mesa.
—No quiero irme. —Susurré bajo, pero el silencio que había en la mesa permitió que todos escucharan. Mi padre frunció su ceño.
—Tú harás lo que yo diga. —Habló serio.— Ahora termina tu cena y traerás todas tus cosas, nos iremos hoy.
Al terminar subí a una de las habitaciones en donde tenía algunas de mis cosas, ya que pasaba mucho tiempo aquí, que en la casa donde vivíamos que era igual de grande que esta. Tomé una maleta roja y empecé a guardar mis juguetes y muñecas, ya que los empleados habían guardado mi ropa.
—Te voy a extrañar mucho primita. —Sentí una voz conocida a mis espaldas.
—Yo también Jhonny. —Lo abracé, lo quería demasiado y tan solo tenía 8 años y él once años.
—Disculpe, pero a la señorita Lucy la están esperando abajo. —Nos interrumpió la sirvienta, después se retiró.
—Vamos a mis tíos no les gustara que te retrases. —Jhonnatan me ayudo a bajar mi maleta.
Mis padres junto a mis tíos y Peter nos esperaban en la entrada.
—Bueno hermano, nos mantendremos en contacto. —Mi padre y mi tío estrechaban sus manos.
Mis padres se despidieron de todos y a mí solo me faltaba despedirme de Jhonnatan.
—Adiós Primita. —Me abrazó.—Te quiero.—Susurro en mi oído.
—También te quiero. —Me sonrió y yo a él, lo malo es que no sabe el verdadero significado de esas dos palabras.
Al subir a el auto y cerrar la puerta, este se puso en marcha.
Esa fue la última vez que vi a Jhonnatan.
Mamá contrato profesores particulares para mis estudios. Casi no tenía muchas amistades de afuera, la mayoría de los niños que conocía solo eran los hijos de los amigos o clientes de mis padres, que resultaban ser solo unos niños ricos y mimados.
Extrañaba a mis tíos...
Extrañaba a mis primos...
Extrañaba a Jhonnatan...
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Atracción Pecaminosa | Completa✅ | En Edición✍🏻
Подростковая литератураLucy Hatson, una adolescente de diecisiete años, a poco días de celebrar su decimoctavo cumpleaños, para ella no es más que otro aburrido y anhelante año, en donde aún se alberga la esperanza de que él atraviese esas frías puertas blancas. Ante la s...