~P.O.V. Lucy.
Al despertar me encuentro con lo que solo en sueños atrevidos podía llegar a imaginar, la cabellera castaña desmarañada de Jhonnatan por la cama en este instante me resultaba de lo más bello de admirar.
Inconscientemente una sonrisa surca mis labios, aunque esta dura solo unos instantes cuando por mi cuerpo se cuela una oleada de frío, la cual provoca que me retuerza levemente. Mi mirada rápidamente se posa sobre el resto de mi cuerpo, el cual se encuentra desnudo. La sangre no tarda en subirme a la cabeza junto a los flashbacks del día anterior.
Dispuesta rápidamente a tomar algo de mis ropas, un brazo me tira de la muñeca hacía la cama nuevamente.—¿No te han enseñado que se saluda en la mañana? —Su rostro se encontraba sobre mi desnudo estómago, con los ojos aún cerrados.
—H... Hola. —En situaciones así, aún era un manojo de nervios, solo deseando que la tierra se abriera y me tragara.—D... Debo ir a p... por mi ropa.
—¿Por qué tan cohibida, Lucy? —En estos momentos lo odiaba, sabe que aún me ponen nerviosas estas situaciones y tiene la osadía de burlarse. Desvíe la mirada ignorándolo.
—¡Ah! —Gemí sorpresivamente al sentir su lengua sobre mi pezón.—Pa... Para... Ah... —Aunque quisiera que parara, no hacía nada por detener su actuar, por otro lado, la excitación comenzó a hacerse ver en mi cuerpo, aumentando el calor corporal y la agitación de mi respiración.
—¿De verdad quieres qué me detenga? —Estaba por detenerse.
—No... —Suspire, claro que llegado a este punto me volvería loca si me dejaba así.— No pares...
Sonriendo continuó con tan placentera tortura, sus manos se deslizaron por mi abdomen masajeando la cara internas de mis muslos con los pulgares, las leves caricias prendieron como fósforo sobre el papel dentro de mi cuerpo, tome entre mis manos su rostro atreviéndome a besarlo, el beso rápidamente se tornó salvaje y necesitado, gemidos ahogados se hicieron presentes al sentir como su lengua era la que dominaba dentro de mi boca aplacando la mía, jadeos empezaron a surgir al notar como sus dedos que tan bien conocían mi cuerpo comenzaban a invadirlo introduciéndose dentro de mí, mientras mis jadeos y gemidos eran ahogados por la deliciosa boca de Jhonnatan, estaba matándome de la forma más tortuosa y placentera.
La noche de ayer era nuevamente rememorada, el recorrido de sus labios dejando largos besos húmedos hacia mis pechos aumentaba la temperatura en la habitación. La carencia de ropa facilitaba el acceso de un recorrido erótico sin obstáculos. Jhonn aumento el ritmo de sus dedos, realizando círculos en el interior de mi vagina, tocando el punto dulce de la misma, logrando que mi vista poco a poco empezara a ser más tenue, dejándome a merced de las deliciosas sensaciones que provocaba Jhonnatan en mí. Tratando de retener algo de cordura mordí mi labio inferior a callando los gemidos que surgían.—No te calles preciosa. —Susurró con sensualidad Jhonn antes de lamer y morder el lóbulo de mi oreja.— No sabes lo duro que vuelvo a estar por ti. —La sensualidad de su voz atentaba contra mi autocontrol y la excitación que producía en mi cuerpo. Alcé mis caderas invitándolo a fundirse nuevamente conmigo. Gemí al sentir la falta de sus dedos penetrando en mi interior. Jhonnatan sin perder tiempo saco de un cajón un condón el cual abrió y colocó alrededor de su pene notablemente excitado, dejando ver como el líquido pre seminal se dejaba ver en la punta del miembro. El solo notar lo excitado que estaba, hizo que mojara aún más mi hinchada, para ese momento, vagina.
Sin más preámbulos comenzó con las penetraciones, logrando que ambos empezáramos a gemir de placer, el vaivén era salvaje y nada delicado, necesitado, necesitábamos tomar todo del otro, los besos comenzaron a dejar huellas en nuestros cuerpos, nuestras manos entrelazadas, pero ejerciendo dominancia entre ambos, al igual que nuestras lenguas a lo largo de nuestros cuerpos o boca. Era nuestro momento más íntimo compartido, disfrutado y palpado con la persona que lograba hacerme sentir llena y completa. A quien no sólo mi cuerpo he dado sino corazón y alma he compartido.~♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥~
—Todos estaban muy preocupados ayer. —Presiono los labios sobre mi frente. Alce la mirada preocupada, la verdad es que nunca pensé que todo se saliera de control.— Ayer le llame a tu madre diciéndole que habías vuelto. Le dije que en la mañana hablaríamos sobre lo que paso. —Me levanté de la cama tomando mi ropa interior y colocándomela.
—Será mejor que bajemos antes de que se les ocurra venir aquí. —Tome su pantalón y se lo avente en la cara.
Al cruzar el comedor en donde se encontraban mis padres y tíos, sentados seriamente alrededor de una de las mesas, al notar nuestra presencia el ambiente se tornó bastante tenso. La primera en levantarse he ir hasta mi fue mi madre, quien me abrazo con fuerza, sorprendida y un poco aturdida correspondí su abrazo, el cual no me esperaba. Unas cuantas lagrimas se deslizaron por mis mejillas, emoción y arrepentimiento me embargaba.
—Estábamos muy preocupados por ti, Lucy. —Susurro con angustia.
—L...Lo siento mucho, de verdad no fue mi intención causar problemas. —Murmure en el cuello de mi madre, antes de separamos lentamente.
—¿Algo que tengas que decirnos? —Mi padre, el cual no había dicho palabra alguna con semblante serio y demandante.— ¿Sabes lo preocupados que estuvimos por horas? Lo peligroso que es que salgas sola, Lucy. Lo que te pudo haber ocurrido allí afuera.
—Tío, Lucy no...—Jhonnatan trato de interceder, pero mi padre levanto su mano deteniendo su hablar.
—Jhonnatan no la defiendas. —Su mirada volvió a concentrarse en mí y yo nerviosa baje la mirada.— Estas actitudes irracionales no son normales en ti, Lucy. —Pasos irrumpieron en la sala antes de que pudiera dar respuesta a mi padre.
—No fue culpa de Lucy haber salido sin avisar, fue mía. —Gire mi rostro hacia mis espaldas al igual que Jhonnatan, quién al ver a Thomás tomo una actitud erguida y seria.— De verdad lamento lo ocurrido señor y señora Hatson, espero puedan permitirme explicarles mis motivos por los cuales su hija el día de ayer se ausentó.
—¿Y cuáles serían esos motivos suyos, señor Black? —El recelo de mi padre era evidente, mi madre junto a mis tíos, se mostraban sorprendidos y expectantes de lo que sucedería.
—Me tome el atrevimiento de sacar a su hija a un recorrido por la bella ciudad de Valparaíso. —Su mirada se posó en mí.— Debo confesar que tengo gran interés en su hija señor Hatson, y reitero nuevamente mis disculpas, fue mi error el no haberles dicho nada, causando una preocupación innecesaria. —Mis ojos se abrieron de manera sorpresiva al igual que los de Jhonn, quién mantuvo los puños apretados, ¿Qué estás haciendo Thomás?
—¿A qué quiere llegar con esto? —Se acercó hasta llegar a mí, tomar mi cintura y arrastrarme hasta su lado, la mirada atenta de todos estaba enfocada sobre nosotros.
—¿Qué... haces? —Susurré a Thomás llena de incomodidad, ignorando completamente mi pregunta, me sonrió y contesto a mi padre.
—Quisiera pedir con su permiso el salir con su hija. —¡¿Qué?! No puede ser. Me encontraba estupefacta, no podía creer lo que estaba diciendo, estaba loco y presentía que pronto Jhonn perdería el control.
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Atracción Pecaminosa | Completa✅ | En Edición✍🏻
Teen FictionLucy Hatson, una adolescente de diecisiete años, a poco días de celebrar su decimoctavo cumpleaños, para ella no es más que otro aburrido y anhelante año, en donde aún se alberga la esperanza de que él atraviese esas frías puertas blancas. Ante la s...