«Capítulo Siete»

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~P.O.V. Jhonnatan.

   Me encontraba de pie tomando un vaso de wiski, a mi lado Miranda hablaba animadamente con mi madre.

—¿Jhonnatan cariño, no crees que Miranda se ve estupenda hoy?

—Lo que tu digas, madre. —Observaba mi vaso, como si fuera lo más interesante del mundo. Lo tomé de golpe y agarré otro vaso de la bandeja de un mesero que pasaba.

—No deberías beber tanto, es la fiesta de tu prima y querrás estar presentable cuando ella llegué. —Me reprocho mi madre. Miranda me miraba molesta. Como si me importara que te molestes conmigo. Ignorándolas completamente seguí con lo mío.

—No se preocupe señora Hatson, me encargaré de que no tome demasiado.—Sonreía, pero sabía que no estaba feliz.

—Gracias querida, me alegro de que formalicen al fin su relación. —Pero si has sido tú quién me metió en esta mierda desde el principio. Nunca había odiado tanto a alguien como odiaba en estos momentos a mis progenitores.

—Necesito tomar aire, tanta mierda hipócrita no me intoxica los pulmones. —Salí por a la cubierta dirigiéndome lo más lejos posible de la fiesta, bajaba por las escaleras cuando veo a una hermosa chica subiendo por ellas, me detuve a mitad de estas, ella también detuvo su paso.

—Joder Lucy, te ves hermosa. —Unas ganas inmensas me llegaron de querer besarla e irme lejos con ella.

—Gra-gracias...—Sonrió disimulando su nerviosismo.—¿No se supone qué deberías estar arriba? —Siguió subiendo hasta que estábamos en el mismo escalón.

—Salí a tomar algo de aire. —Debo decirle. Cogí un poco de aire antes de continuar.—Lucy...

—¿Jhonnatan? —No pudiste aparecer en el mejor momento. Cerré mis ojos al saber de quién era.

—Tío.

Lucy querida, te esperan arriba.

—Si.

—Jhonnatan, Miranda te está esperando arriba. —Oportunidades me sobran para quererle partir la cara a mi padre. 

   Junto con Lucy y mi padre subimos al vestíbulo donde comenzó la fiesta, nada más llegar amigos y conocidos saludaron a la anfitriona. Tuve que tragarme todos mis celos y alejarme un poco de Lucy, porque si no golpearía a todo el que se le acercarse.
   Miranda, no tardo en acercarse a mí.

—¿Qué hacías con ella?

—No te debo explicaciones. —Me dirigí hacía una de las mesas.

—Quiero hacer un brindis por mi querida hija, que el día de hoy cumples dieciocho preciosos años. —Todos alzaron sus copas y brindaron.— Pero además quiero hacer un brindis por mi sobrino Jhonnatan, que contraerá matrimonio junto a su novia Miranda muy pronto.—Sus preciosos ojos se fueron cristalizando, me duele verla así y no poder consolarla y decirle lo mucho que la amo.
   Miranda, sin previo aviso acerco su cara a la mía y me beso. Todos aplaudían contentos, me separe rápidamente de ella. Busqué a Lucy, pero no la encontré. Por favor, perdóname, Lucy.

   A la mañana siguiente despierto y lo primero que observo es el techo blanco de mi habitación, paso mi brazo derecho por mis ojos

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   A la mañana siguiente despierto y lo primero que observo es el techo blanco de mi habitación, paso mi brazo derecho por mis ojos. Los recuerdos de la conversación de ayer vuelve a darme vueltas.

—No. —Esa había sido mi respuesta al saber que me comprometerían con Miranda.

¿No? —Repitió mi padre.—Muchacho, no estás en condiciones de reusarte a este matrimonio.

—Debe haber otra solución. —No me casaría con ella.

—Jhonnatan, tú sabes que Christian no dará su brazo a torcer en esta alianza.

—Busquen a otro yo no lo haré. —Estaba por irme cuando la voz de mi madre interrumpe.

—Lo harás, quieras o no. —Ella torció los labios en una sonrisa. La miré con desconfianza.— No querrás que le suceda nada a esa pobre chica y el bastardo que lleva en su vientre. —La mire con asombro, ¿Cómo sabía de Nicolette?

—¿Cómo sabes...?

—De la zorra con la que se casó tu hermano, claro que lo sé. —Lo que añade es lo que me saca de mi sorpresa y me llena de rabia.— ¿Crees que solo esta con él por amor? —Su risa hace eco en la habitación.— Eres más tonto de lo que pensé, y yo no parí a ningún tonto hijo mío. —Sus largas uñas se acomodan a un costado de su mejilla derecha, dando leves golpecitos en ésta. 

—No te permito que hables así de ella. —Le advierto, por mucho que sea mi madre nadie hablará de esa forma de la esposa de mi hermano. Ella río, y camino hasta colocarse al lado de mi padre, volteé a mirarla.

—Ella solo es una pobre diabla con la que tu hermano no debió haberse involucrado. —Sus palabras eran verdaderamente venenosas. 

—¿Cómo puedes hablar así de tu propio hijo?

—Por Dios, solo ha sido un dolor de cabeza ese chico. —Suspiro falsamente colocando su mano derecha sobre su cien.— Bueno al menos ahora por fin será de utilidad.—No puedo creer lo que está diciendo.

—Padre, ¿Estás de acuerdo con lo que está diciendo? —Pregunté incrédulo.

—Hijo, solo así podremos ser la cabeza del mundo de la industria.

—Solo piensan en su propio benefició, ¿no es así?

—Por favor Jhonnatan, eres un adulto sabes que esta alianza lo es todo para la empresa, piensa en la fortuna que ganaríamos. —Por fin habló mi tío. Solo me límite a negar con la cabeza, están locos.

—Jhonnatan, hijo no hagas las cosas más difíciles. —Lo siento mucho Lucy, pero es mi hermano.

—Solo lo haré por mi hermano, pero ustedes son la familia más repulsiva que conozco, me dan asco.

—Jhonnatan, ninguna palabra de esto a nadie o las consecuencias serán peores. —Salí del vestíbulo.

Solo son unos desgraciados podridos por querer cada vez más.
Me vestí y al cerrar la puerta veo a Lucy salir por la de ella, lleva unos shorts y una polera de mangas cortas.
Ella al cruzar mirada conmigo da media vuelta y sigue su paso.

—¡Lucy, espera! —Se detuvo y volteo a mirarme, me acerque a ella. —Yo... —Su mano impacto contra mi mejilla, volteando levemente mi rostro.— Me lo merecía, pero necesito hablar contigo.

—No tengo nada de qué hablar. —Volvería a escapar, pero tomé una de sus mano.—Suéltame.

—No, hasta que me escuches.

—¡No! Ya escuché suficiente ayer. —Bajo la mirada y mordía su tembloroso labio.— ¿Te vas a casar con ella?

—Sí, pero... —Me interrumpió.

—Vete ya.

—Lucy...

—¡Déjame en paz! —La soltéal notar sus lágrimas, me dolía verla así. La vi correr hasta que mis ojos estaban nublados, estaba llorando. ¡Maldita sea! Golpeé la pared de rabia e impotencia. ¿Cuándo dejaría de lastimarla? Todo esto es culpamía, ella no estaría sufriendo si yo no hubiera metido la pata. Caminé de lado opuesto por donde se había ido Lucy.

 Caminé de lado opuesto por donde se había ido Lucy

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Atracción Pecaminosa | Completa✅ | En Edición✍🏻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora