Atracción Pecaminosa | Completa✅ | En Edición✍🏻

«Capítulo Once»

~P.O.V. Lucy.

   Estábamos en el gran comedor cenando. Jhonnatan estaba solo sentado frente a mí lanzándome miradas coquetas disimuladamente, lo cual me daba escalofríos de nervios y el solo desviaba la mirada tratando de no reír, pateé una de sus piernas, se encogió mínimamente sobre su asiento, sonreí y le mostré la lengua disimuladamente.

—¿Hijo, te sientes bien? —Lidia se inclinó tratando de asistirlo, pero él la apartó bruscamente, iba a hablar cuando un oficial de la marina interrumpe en el comedor en el que nos encontrábamos, para dirigir la palabra a mi padre.

—En unas horas tocaremos puerto, señor. —Observé a mi padre asentir con su cabeza, el oficial se inclinó, y retiró.

—¿Dónde desembarcaremos? —Estaba intrigada, hemos estado poco más de una semana en este crucero.

—Nuestro último regalo para ti, hija.

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   Habíamos desembarcado en el puerto de Valparaíso una bonita ciudad, nunca había visto tanta gente, estábamos a mediados de julio y aquí hacía un frío el cual no era tan drástico como en USA, la gente iba bien abrigada. Me llamo la atención las coloridas casas ubicadas en los cerros, viajamos en autos negros con vidrios polarizados, Jhonn iba en un auto con su familia y Miranda, aún después de decirme que todo, es una farsa y sé que está obligado a comprometerse con ella, no puedo evitar sentir celos, por aquella mujer, es... exasperante. Al llegar a la mansión donde nos hospedaríamos, el personal salió a recibirnos amablemente.

—Será un honor estar a su disposición, señor Hatson. —Pronunció en un perfecto inglés uno de los mayordomos, quién supongo será el jefe.

—Solo estaremos aquí, un par de días.

—Síganme, por favor, los guiaré a sus habitaciones. —Mis padres caminaron hacía las escaleras principales siguiendo a la mucama.

—Señorita, permítame guiarla a su habitación. —Una sirvienta me llevo a la que sería mi habitación.

   Nada más entrar la habitación era muy amplía, no tanto como mi cuarto, pero si lo suficiente. Caminé hasta el balcón de la habitación la vista era preciosa, a pesar de la neblina que rodeaba la costa. Me quede admirando el paisaje y aspirando el carismático olor a agua salada.

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   Paseaba por los pasillos del hotel, hasta que descubro una puerta entreabierta al final del pasillo, con cuidado golpeé la puerta antes de entrar, pero nadie contesto, observé a mi alrededor encontrándome con estanterías llenas de libros, ingresé, cerrando la puerta detrás de mí.

   La curiosidad pico en mis dedos, me acerque a una estantería y acaricié la pila ordenada, buscando alguno que llamara mi atención. Respingue al encontrarme con Jhonnatan quién parecía estar dormido sobre uno de los sofás con un libro en la cara, ¿Cuándo llegó? Me quede observándolo unos segundos, llevaba una camiseta azul de mangas cortas y pantalones de mezclilla negros, hasta durmiendo se ve guapo. Me acerqué más a él, con sumo cuidado le quité el libro que tenía sobre su cara.

—¿"El Delirio de Amar"? —Era el título del libro.— No sabía que fueras tan romanticón, Jhonn. —Susurré, una pequeña risa salió de mis labios.

—Y yo no sabía que fueras una celosa de primera. —Chille al sentir sus abrazos tomarme de la cintura, quede sobre él y con el libro aún entre una de mis manos. Golpeé su pecho.— Auch. —Río.

—No vuelvas a hacer eso. —Desvíe la mirada, sentí mi cara arder.

—Lo siento, Lucy. —Tomó entre sus manos mi rostro.— Moría por tenerte junto a mí. —Nos besamos, solté el libro y este callo en el suelo, mis manos se dirigieron a su cabello, repartiendo leves caricias. En un momento quede de bajo de él, sus besos descendían desde mi boca por mi cuello. Gemí, estaba aún un poco nerviosa, esto era nuevo para mí todavía. Cerré mis ojos y mordí mi labio inferior callando un poco mis gemidos. De pronto sentí un cálido beso en mi frente, abrí mis ojos encontrándome con los suyos.— Te quiero, Lucy. —Nos sentamos y él con sus brazos me envolvió con ellos, pegándome a su pecho.

—Yo también te quiero, Jhonn. —Me separé un poco de su abrazó y lo besé.

—Se mi novia. —Soltó de repente, lo miré sorprendida.

—¿Qué... Qué dijiste? —Mi cabeza estaba hecha un lío, no estaba procesando lo que acaba de decir.

—¿Lucy, quieres ser mi novia? —Pidió, la simple pregunta me aturdió por pocos segundos, donde no estaba segura de qué responder.

—Yo... —Una emoción invadió todo mi cuerpo ante lo que decía Jhonnatan.— ¿Y que pensaran nuestros padres...? —Jhonnatan negó con su cabeza.

—No pienses en ellos, al carajo con lo que puedan pensar ellos de nosotros. Yo te quiero y tú a mí. ¿Quieres ser mi novia, Lucy? —Lo besé nuevamente. — ¿Eso es un sí? —Pregunto divertido.

—¿Tú qué crees bobo? —Sonreí.

—Creo que no me quedo losuficientemente claro tu respuesta. —Rodeé los ojos, volvimos a besarnos.