~P.O.V. Lucy.
—A cambio de algo. —Se mordió el labio seductoramente que incluso creí haberlo imaginado.
—No, ahora sal de la puerta. —Me ignoró.
—Si quieres quedarte aquí por mi está bien. —Se encogió de hombros despreocupadamente. Mis ojos se dirigieron a los de él, mi enojo ahora paso a seriedad.
—¿Qué quieres Jhonn? —Era inútil pelear con él.
—Es algo simple. —Miraba mis ojos con atención al igual que yo los suyos.
—Te escucho.
—Cierra tus ojos y no los abras hasta que yo te indique. —Pidió.
—Jhonnatan es una tontería... —Ya estaba cansada de esto.
—¿Quieres salir o no? —Mi resignación se hizo presente. Cerré mis ojos, esto era estúpido, pero por alguna razón me encontraba nerviosa. ¿Nerviosa de lo que pudiera hacer Jhonnatan? Era una posibilidad, después de todo ya no somos unos niños.
Pasaban los segundos y ya pensaba que esto era realmente una estupidez, debí haber gritado así quizás algún sirviente hubiera escuchado, pero no ahí estaba yo como una estúpida niña buena esperando no sé qué. Pero en un instante sentí algo suave y húmedo sobre mis labios. Jhonnatan me estaba besando y yo estaba estática, está demás decir que mis ojos estaban abiertos a más no poder. Bésalo.
Deslice mis manos por su cuello hasta rodearlo no por completo, pero si lo suficiente para estar cómoda y él coloco sus manos en mi cintura, mis ojos se volvieron a cerrar, esta vez disfrutando de este beso. Mi lado racional ya no estaba del todo bien, pero no me importaba, esto lo espere durante doce malditos años y, no desaprovecharía esta oportunidad luego me arrepentiría de lo que está ocurriendo. Jhonnatan levanto uno de mis muslos dándome un pequeño impulso para rodear su cadera con mis piernas, nos seguíamos besando ahora con nuestras lenguas entrelazadas. Me dejo sobre la cubierta del gran piano, pero aún sin dejar de besarnos. Sus besos eran salvajes y desesperados como si hubiera esperado años por esto. Sus manos ascendían desde mis muslos hasta mi cadera, eso provocaba olas de corrientes eléctricas por todo mi cuerpo, yo por mi parte jugaba con su largo cabello castaño.
Me hubiera gustado seguir experimentando más sensaciones, pero el oxígeno era esencial para mis pulmones por lo que no separamos dejando un pequeño hilo de saliva que rápidamente se cortó. Mi respiración era irregular al igual que la de él.
Ninguno artículo palabra alguna, ninguno se movió. Ambos sabíamos lo que estábamos haciendo (o por lo menos yo) y que solo habían dos salidas, olvidábamos lo que había pasado o continuábamos con esto, si fuera yo la que tendría que decir, decidiría la segunda, pero esa decisión no estaba en mis manos, a pesar de lo inmoral que puede sonar amar a tu primo, besarlo y simplemente no verlo como tal y, según la sociedad actual está mal vista, pero él corazón no escoge de quién se enamora, muchos tienen la opción de enamorarse o de decidir a quién quieres, pero para mí no fue una opción quererlo o no. No es culpa mía haberme enamorado de él. De Jhonnatan. De mi primo. Solo ese estúpido factor hacía que él resultado fuera imposible.Al estar tan metida en mis pensamientos no me percate de que Jhonn ya no se encontraba a mi lado, en su lugar la puerta estaba abierta. Jhonnatan se había ido. Y todo por mí culpa.
Acomode mi vestido y salí del estudio, cerré la puerta, al salir por el largo pasillo que conducía a la cubierta del crucero vi como Jhonn se iba, lo iba a llamarlo, pero sentí una voz conocida detrás de mí llamándome, así que gire en dirección contraria a Jhonnatan.—Peter. —Dije sorprendida.
—¡Lucy! Tanto tiempo. —Me dio un cálido abrazo, el cual gustosa respondí. —Te estábamos buscando junto con Jhonnatan, pero nos separamos. Es que este lugar es enorme.—Reí ante su asombro.
—Si, lo es.
—¿Y dime no has visto a Jhonn? De seguro te debe estar buscando. —Sentí como si los nervios querían volver a mi cuerpo.
—De hecho, si, ya lo saludé solo que dijo que tenía una urgencia. —Mentí.
—Que extraño. —Espero que se la crea.— Bueno, ¿Por qué no vamos a saludar a los demás, te parece?
—Si, vamos.
Nos dirigimos a cubierta, ahí se encontraban mis padres junto a mis tíos que apenas verme me saludaron.
Estuve unos breves momentos hablando con Peter, cuando avisé a mis padres que quería ir a descansar, lo cual no objetaron, y me dirigí a la Planta B.Estaba confundida por lo que había pasado en el estudio de música y baile. Se que no está bien, pero él fue el que lo inicio, la culpa no es del todo mía.
Me dirigía a mi habitación cuestionando me él ¿por qué? del actuar de Jhonn, cuando me di cuenta de que una de las habitaciones contigua a la mía estaba ligeramente abierta, así que como soy curiosa me asome por la puerta tratando de hacer el menor ruido posible, la habitación era grande al igual que la mía además de ser una de tantas suites que hay en el crucero, tenía un comedor dos puertas en el lado izquierdo, una era el baño y el otro un closet, y una puerta doble donde estaba ubicado el dormitorio. Seguí inspeccionando, abrí cuidadosamente una de las puertas doble y me sorprendí al ver a Jhonnatan boca arriba mirando el techo, pero además de tener una mirada perdida en sus ojos.
Me iba a retirar discretamente, pero como nada sale según quiero tropecé con una mesita botando un florero, el cual se hizo mil pedazos, llamando también la atención de Jhonn, sentí sus pasos, el pánico entro rápidamente en mi cuerpo y salí velozmente cerrando la puerta detrás de mí y caminando hacia mi habitación estaba a punto de abrir la puerta cuando siento la voz de Jhonn.—¿Lucy? ¿Qué haces aquí? —Su voz se notaba ligeramente molesta. ¿Y a éste que le pasa?
—Voy a entrar a mi habitación. —Dije de manera obvia. Me molesta su cambio de humor.
—Lo que faltaba... —Lo escuche susurrar.
—¿Tienes algún problema con eso? —Mi ceño estaba fruncido y lo miraba directamente.
—Solo no hagas mucho ruido, ¿Quieres? —Ahora sí que me estaba sacando desquicio. Me acerque a él.
—¡¿Cuál es tú maldito problema?! —A estas alturas no me importaba nada, ya estaba enojada.
—¿Mi problema? —Rio sarcástico.— ¡¿Quieres saber cuál es mi maldito problema?! ¡pues tú!
—¡¿Y entonces por qué me besaste?! —Él estaba igual o más enojado que yo, pero no me importaba en lo más mínimo. Jhonnatan solo se quedó callado lo cual me destrozaba más.—¡Contesta!
—¡No lo sé! —Soltó con una mirada perdida.— No lo sé, pero no se volverá a repetir.— Su mirada cambio y ahora me miraba serio.
—Bien... —Solo me dirigí a mi habitación y cerré la puerta detrás de mí, entre al baño y al mirar mi rostro en el espejo vi como estaba rojo y las lágrimas corrían. Hermoso encuentro, simplemente hermoso.
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Atracción Pecaminosa | Completa✅ | En Edición✍🏻
Novela JuvenilLucy Hatson, una adolescente de diecisiete años, a poco días de celebrar su decimoctavo cumpleaños, para ella no es más que otro aburrido y anhelante año, en donde aún se alberga la esperanza de que él atraviese esas frías puertas blancas. Ante la s...