Playa (fuera suéter)
Jongdae aparcó el auto y salió para abrir la puerta de Minseok, quien todo el camino se la había pasado con los brazos cruzados y molesto.
—Minseok, baja —le pidió cuando abrió su puerta—, Vamos, me lo prometiste.
Minseok miró a Jongdae, estaba tan sonriente, y en los últimos días no lo había visto así, debería estar agradecido de que quisiera salir de la casa ya que había pasado dos días sin salir de la cama, incluso se negaba a comer cualquier cosa que le cocinaba a Minseok.
—Te prometí que saldría contigo pero nunca me hubiera imaginado que la playa sería nuestro destino. —Sin importar la sonrisa de Jongdae, un sentimiento egoísta y doloroso estaba instalado en el pecho de Minseok.
—¿Para que crees que te pedí usar pantalones cortos, tontito?
—Jongdae... No me gusta la playa —la verdad sí le gustaba, las olas rompiendo contra la orilla, el color azul del mar iluminado por el sol que no era de un tono triste, el olor marino, a Minseok sí le gustaba la playa solo que no le gustaba la idea de él en la playa.
—A mi me encanta, por favor, baja del automóvil por mí.
Por mí.
—Está bien —Jongdae tomó la mano de su novio y lo ayudó a salir del carro.
Caminaron hasta estar cerca de la orilla, no había realmente mucha gente, solo algunas personas tomando el sol, otras jugando con raquetas y algunas en el agua.
Pero Minseok se sentía intimidado.
—¿Hermoso cierto? —preguntó Jongdae, ante semejante vista, no se sentía tan inestable como en los últimos días.
—Eso creo —murmuró Minseok, estaba empezando a sudar, no le encantaba tomar sol, era una persona más bien nocturna—, Tengo calor, Jongdae.
—Tengo una idea para arreglar eso.
Que no sea lo que estoy pensando rogó mentalmente Minseok.
—Vamos a meternos al agua —No mierda, por eso Minseok no venía a la playa, no le gustaba entrar al océano, ni a la piscina, ni a las aguas termales. No, no, no.
Pero Jongdae se veía feliz...
—Ve tú —le dijo a su novio con una sonrisa forzada—, yo cuido tu camiseta y tus zapatillas —inventó rápidamente la excusa cuando observó a Jongdae sacarse esas prendas.
—Pero Minseok, yo no te hice una pregunta, te vas a meter al agua conmigo, cariño.
—Jongdae...
—¿Creíste que yo sería la única persona beneficiada por este paseo?
Se empezó a formar un nudo en la garganta de Minseok—. Eso es... Insensible... No lo sé, Jongdae, no sé como esto me beneficia.
—Minseok, será divertido.
—Podemos jugar en la bañera en casa y es lo mismo.
—No seas tonto Minseok, ¿Por qué no quieres meterte al agua conmigo?
—No es que no quiera...
La verdad no quiero.
—Sé sincero, Minseok —Jongdae ya lo sabía joder.
Las lágrimas se estaban acumulando detrás de sus ojos pero no quería dejarlas salir—. No me quiero quitar el suéter —dijo con dureza.
—¿Por qué?
No me jodas Jongdae.
—No quiero que nadie vea mis brazos —y esa vez la voz de Minseok no fue fuerte, fue un susurro lastimero.
—¿Por qué?
—Porque tienen cicatrices, lo sabes, ni siquiera a mi me gusta verlas, son horribles —una lágrimas resbaló por el rostro de Minseok y Jongdae la quitó con su pulgar—. Me avergüenzan, no quiero que nadie las vea... No quiero que nadie me vea mal.
—Me gustaría verte sin suéter más a menudo, me gustaría que ya no las observaras como algo feo —le confesó Jongdae.
—Son feas, son horribles, son malas...
—Son cicatrices de batalla, tu batalla interna y forman parte de ti así que para mí no son feas, ¿Qué importa la opinión de los demás? Las opiniones que importan son las de las personas que nos conocen, y obviamente nuestras propias opiniones pero las tuyas se ven influenciadas por la gente mala de este mundo, las personas que critican y crean cicatrices internas, en nuestra cabeza —Jongdae llevó sus manos al comienzo del suéter de Minseok—. Quiero que cures tu miedo de enseñar tus cicatrices, quiero que las dejes de odiar y quiero que las veas como el recuerdo de algo que no volverá y que lograste superar, quiero que las veas y sepas que has recorrido un largo camino, que has superado obstáculos, quiero que las veas y sepas que nunca más vas a agregar otra, quiero que las veas como una parte de ti que ya se curó.
Entonces las manos de Minseok llegaron a donde se encontraban las de Jongdae y las apartaron.
Él solo tenía que cerrar ese ciclo.
Comenzó a subir su suéter poco a poco, podía sentir los rayos del sol contra su piel blanca, hacía tanto tiempo que no tomaba el sol, que no se quitaba el suéter fuera de su hogar; no recordaba la última vez que lo hizo pero por suerte recordaría esa vez por el resto de su vida.
Tiró el suéter en la arena y observó sus brazos, en su momento estuvo mal lo que hizo, estuvo mal que marcara su piel pero ahora eso ya es pasado y tal vez no son tan malas como hace años, cada pequeña línea representa ahora los caminos que no puede volver a tomar. Encontró una mejor cura para sus miedos, el amor.
Tomó una mano de Jongdae con decisión, se sacó los zapatos y lo condujo hacia el mar con él.
Para Jongdae los progresos de Minseok significaban mucho, si él no podía progresar estaba bien que Minseok lo hiciera porque eso le transmitía cierta calma y felicidad. Que el amor de su vida estuviera feliz podía hacerlo olvidar sus propios problemas y hacer que una sonrisa verdadera apareciera en su rostro, eso es suficiente para él.
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Enough ; Chenmin | Xiuchen
أدب الهواةEl mundo ve a Minseok como un chico demasiado sensible y a Jongdae como un chico demasiado insensible. Tal vez su relación no sea la más sana ni la más normal, pero conocen cada parte de sus almas y eso es suficiente para no escuchar lo que el mundo...