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Jongdae estaba sentado frente al computador, perdiendo su tiempo mirando canales de youtube centrados en publicar poesía slam y no es que él fuera un experto ni un crítico pero los poemas de Minseok le parecían más bellos y en cuanto su precioso novio regresara a casa le iba a sugerir anotarse a uno de esos concursos y que lo llevara porque estar sin trabajo era aburrido cuando Minseok tenía mucho trabajo.

Y vaya que lo extrañaba.

Se sentía el apartamento demasiado vacío y aunque Jongdae tuviera sus pensamientos controlados le daba miedo que en cualquier momento sucediera algo, que la sucesión de malos recuerdos apareciera y que estuviera totalmente solo.

Sabe que no hay peor miedo que temerle a algo que depende únicamente de ti.

Escuchó la puerta del departamento abrirse y sin pensarlo salió de la cama disparado para recibir a Minseok, se percató de que el reloj de la cocina rosado chicle que el tanto odiaba (regalo del queridisimo Luhan) marcaba las 9 de la noche, era el día en que Minseok había llegado más tarde de su trabajo. Se le notaba muy cansando e incluso cuando fue a abrazar a Jongdae se dejó técnicamente caer en los brazos de este y le pidió que lo llevara cargado a la habitación. Ni corto ni perezoso el menor alzó en brazos a su mimado novio y lo llevó a través del pasillo hacia su habitación, depositandolo en la cama y dejando un beso sobre sus labios.

Es muy bonito es el amor cuando las dos personas solo tienen en mente el amarse.

—Minseok —llamó Jongdae mientras sacaba del armario un cobertor para acobijar a su novio—, no es que te esté desestimando pero ¿no se supone que eres solo un pasante?

El mayor abrió sus ojos de golpe y se dio la vuelta en la cama hasta quedar en un extremo más cercano a su novio.

—Pero tú sabes que cuando necesitan llenar alguna columna en el periódico o en alguna de las revistas de forma rápida me ofrecen eso y me pagan un poco más, también significa que tengo que trabajar un poco más —explico rápidamente y con una sonrisa que se le hacía extraña a Jongdae.

Este se lanzó a la cama con el cobertor encima y arrugó el entrecejo mientras acercaba su rostro al de Minseok—. Estoy muy solito, idiota. Soy un vago en esta vida.

—Bueno, sal a pedir limosna entonces —bromeó Minseok ganándose un beso con mordida de labio imprevista.

—Soy tu novio el vago, el que está todo el día en tumblr y componiendo malas melodías en la guitarra.

Jongdae suspiró y se dio la vuelta hasta quedarse mirando el techo, Minseok no esperó mucho y se acostó encima de su novio, escarbando su cuello con la nariz hasta encontrar uno de los puntos débiles de Jongdae. Aunque donde sea que lo tocara Minseok lo hacia débil porque el mayor ablanda su mundo. En cierta forma lo hace más fácil, convierte a Jongdae en el chico que es y no en el chico que se protege de todo con su actitud.

—Eres mi novio al que amo —dijo Minseok y Jongdae posó sus brazos en aquella cintura y se aferró a él—. Estoy seguro de que eres alguien especial y el mundo no está preparado todavía para ti.

Jongdae comprendió que amar de verdad es tener la fe que tiene Minseok en él.

Enough ; Chenmin | Xiuchen  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora