Enough ; Chenmin | Xiuchen

029

The fear of falling apart.

En la sala de aquel apartamento solo se escuchaba un intercambio de gritos y sí, eran gritos furiosos, desgarradores y acompañados de llanto y no, Minseok y Jongdae no estaban peleando, por lo menos no se le puede llamar una pelea; parecía más un intercambio de verdades y las palabras que  salían por sus bocas no eran en contra de el otro, eran en contra de ellos mismos. Minseok estaba gritando cuanto se odiaba y Jongdae estaba gritando que era él el culpable de todo.

Como era natural ya, ellos no podían controlar sus emociones.

Y Jongdae golpeaba su cabeza contra la pared y Minseok cubría sus orejas como si eso pudiera devolver el tiempo.

—Esto es mi culpa Min, solo mi culpa soy un idiota —gritó Jongdae dejándose deslizar por la pared—. Si tan solo no fuera un ser tan jodido, si tan solo hubiera visto que te pasaba algo en vez de hundirme en mi cabeza y perderme en ese agujero negro. Si tan solo hubiera pensado más en ti.

Minseok no podía escuchar a Jongdae hablando así, en serio no podía, eso lo hacía sentir peor y por algún motivo que el quería quemar en su interior, lo hacía querer cortarse como un castigo.

—Yo estaba bien Jongdae, ¡estaba bien! Y dejé que esto pasara y esto solo depende de mí y yo fui un estúpido, siempre soy un estúpido, nunca dejaré de ser un estúpido. Me odio, nunca voy a dejar de odiarme —gritó Minseok y Jongdae se levantó lo más rápido que pudo de su sitio—. Mira lo que me hago, lo que te hago, ¡yo soy la parte defectuosa de este paquete que somos! Yo lo derrumbo todo adrede.

Jongdae llegó hasta Minseok, su mirada desprendía tanta furia que Minseok se quedó mudo, observando las acciones del menor a través de sus lágrimas. Las manos de Jongdae se pasearon hasta el borde la camisa de Minseok y se la sacó con furia, empujando después a Minseok contra la pared y paseando sus manos por los brazos de Minseok sin cuidado. Enojado.

—Son mi culpa —gritó tocando los cortes más recientes de Minseok—. ¡Son mi culpa! Prometí que yo iba a ser quien te entendiera, no ellos —Jongdae pegó el brazo de Minseok a su rostro y lo mojó con sus lágrimas.

Había prometido calmar las angustias de la cabeza de Minseok y había fallado y su novio buscó desahogo en el peor de los sitios.

—Y yo, yo prometí que más nunca lo iba a volver a hacer —dijo Minseok y Jongdae golpeó esta vez su cabeza contra el pecho de Minseok—. Yo rompí mi promesa, yo desgarré la promesa junto con mis muñecas.

—¡Es mi culpa! —gritaron ambos y después la sala se sumergió en un silencio sepulcral. En un silencio tan doloroso como Jongdae rompiéndose en los brazos de su novio y como los pensamientos de Minseok que lo incitaban a odiarse cada vez más, como antes.