Capítulo 5.

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Elian llego a su casa hecho una furia, entro a su habitación y sin ninguna delicadeza, tiro su mochila en el piso, estaba muy enojado, Elizabeth lo había hecho quedar como un estúpido, "se atrevió a decirme engreído, ella, ¡esa maldita Nerd!" pensó, jamás creyó posible que una sola chica fuera inmune a sus encantos, él era Elian Hudson, el chico más codiciado por todas. "¿Acaso ella no veía eso? ¿Era un tempano de hielo?" Esas preguntas rondaban su mente, no estaba acostumbrado a que lo trataran de ese modo.

―Hola hermanito ¿Cómo estás?―pregunto una castaña, al entrar a su cuarto.

―Melissa no estoy de humor para aguantarte―respondió, irritado, en esos momentos deseaba estar solo, sin que nadie lo moleste, tenía que planear de qué manera ganar la apuesta.

―Huy, que humor, ¿Acaso una de tus zorras te dejo? ―de brazos cruzados Melissa observaba a Elian como fruncía el ceño.

―Ninguna zorra me ha dejado tonta, yo las dejo a ellas, es solo que....olvídalo no vale la pena contarte te burlaras de mí.

La chica suspiro―Elian somos hermanos ¿Olvidas nuestra promesa?, prometimos contarnos todo, sin importar que, soy tu hermana pensé que me tendrías un poco de confianza―hizo un puchero, sabía que su hermano no podía resistirse a ellos.

―No hagas eso, sabes que no me gusta, ―dijo refiriéndose al puchero de su hermana. Suspiro cansado―está bien te contare, tal vez así dejas de molestar colocha. Siéntate―palmeo la cama, a la par de donde él se encontraba, la chica sin pensarlo dos veces se sentó.

―Entonces cuenta, ¿Te peleaste con Max? ―indago curiosa, por saber el motivo de que su hermano estuviera así.

―No me pelee con Max, lo que sucede es que hay una chica....

― ¿Te gusta una chica? ―lo interrumpió con los ojos brillosos.

―No exactamente, ¿Quieres dejar de interrumpirme para poder explicarte? ―cuestiono, la castaña solo asintió.

―Bueno, como te decía hay una chica a la que quiero invitar a salir, el asunto es que ella no quiere salir conmigo, es muy fría y tiene un carácter de mierda, la verdad es que no me deja ni siquiera decir más de dos oraciones cuando me corta, no me deja acercarme a ella―se despeino el cabello, de manera frustrada, la chica solo sonrió, a lo que Elian frunció el ceño.

― ¿Por qué sonríes? ―cuestiono al verla tan feliz y sonriendo de oreja a oreja, de forma maliciosa.

―Por nada, entonces la chica te rechazan antes de que tú le puedas decir algo más que un hola.―Elian asintió―Bien ¿Has pensado en llevarle flores, no se chocolates, un peluche o algo así?

―Flores, peluches, chocolates―el chico frunció el ceño―¿Estás loca? solo quiero que salga conmigo nada más, no casarme con ella.

―Pero eso es lo que les gusta a algunas chicas, los hombres detallistas.

― ¿Detallistas? sabes que no soy así, no soy un chico cursi, eso me parece ridículo; además tú no eres así ¿Por qué me dices que haga eso? A ti no te gustan esas estupideces.

―Bueno solo pensaba que como esta chica es distinta a las otras podrías actuar diferente con ella, tus viejos trucos no te funcionan, es bueno cambiar de táctica y más cuando es alguien que te interesa de verdad―le sonrió aún más mostrando sus dientes blancos y los camanances que adornaban sus mejillas.

Todo Es AparienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora