Nicole Brockman, llego a su casa en su convertible rosado después de otro desastroso día en Trinity, Elian la había amenazado de nuevo sobre terminar su aventura al ella reclamarle el que protegiera a Elizabeth. A pesar que Nicole sabía que todo era una apuesta no soportaba la idea de que Elian le prestara más atención a Elizabeth que a ella, temía que terminara enamorado de ella, ese pensamiento la traía un poco triste, no quería dejar a Elian, lo amaba de eso estaba segura y haría cualquier cosa para retenerlo a su lado.
Bajo del auto y enseguida fue recibida por el mayordomo de la casa con una amble sonrisa.
—Niña ¿Qué tal su día?
—Fatal Bruno—dijo con un suspiro.
—Entonces suba a su habitación, recuéstese un rato que yo le llevare un Sándwich y un vaso de leche como cuando era niña.
—No gracias Bruno, son muchas calorías.
—Pero necesita alimentarse niña, ande suba llegare en un momento con su comida—El hombre de poco más de sesenta años con algunas canas surcando su cabello la animo, por lo que ella asintió.
—Bruno que hay de mama ¿Sabes dónde está?—pregunto.
—En su despacho, sabe que estos días no son los mejores para ella, no se encuentra bien, me pidió que le dijera que quiere estar sola.
Nicole suspiro—Siempre quiere estar sola, aunque la entiendo para mí tampoco estos días son los mejores, no desde lo que paso esa tarde.
—Su madre ya no es la misma desde ese día niña.
—Lo se Bruno, ese día se llevó a la única persona que ha querido—una lagrima surco su mejilla, el hombre se la limpio con suma delicadeza con el dorso de su mano.
—No diga eso niña, su madre la quiere mucho.
Nicole sonrió con melancolía—Ella nunca me ha querido Bruno, siempre he sido un estorbo para ella...Será mejor que me recueste un rato—giro sobre sus talones en dirección a su habitación—No me traigas nada Bruno, no tengo hambre.
—Necesita alimentarse niña, su cerebro necesita glucosa—dijo preocupado el mayordomo, quien veía a Nicole como una hija, llevaba años en esa casa, fue el quien vio crecer al padre de Nicole y a ella.
—Por favor bruno solo quiero dormir, prometo que bajare a cenar—el hombre asintió en forma de derrota, sabía que estos días la familia Brockman necesitaba un poco de espacio.
Subió las escaleras, rumbo a su alcoba, una vez dentro observo el lugar, parecía la habitación de una princesa, paredes rosadas, una cama enorme con bellos peluches , una mesa de noche con una hermosa lámpara decorándola, lindos adornos por todas partes, la habitación aunque era un poco infantil, era perfecta, el sueño de cualquier niña o adolecente, tiro su bolso en la mesa, camino por el lugar hasta el estante que tenia de libros, todos llenos de cuentos de hadas, la Cenicienta, Blanca Nieves y los siete enanos, la sirenita, Pinocho, Peter pan, entre otros, entonces Nicole tomo uno de los libros era Rapunzel, se dirigió con el a la cama, se sentó y lo observo con detenimiento, mientras su mente viajaba a cuando era una inocente niña de seis años sin saber lo que le deparaba el triste futuro.
—¿Enserio vivieron felices por siempre?—pregunto con un brillo en sus ojos, luego que el señor termino la historia.
—Claro que si princesa, vivieron felices por siempre, ya que cuándo hay amor verdadero, todo es posible—contesto sonriente.
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Todo Es Apariencia
Novela Juvenil"El cuerpo humano no es más que apariencia y esconde nuestra realidad. La realidad es el alma" -Víctor Hugo Las experiencias forman nuestro carácter, definen el tipo de persona en que nos convertiremos... Elizabeth Ackerson, es sinónimo de contr...