Capítulo 32

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ꟷEstoy lista ꟷdijo Melissa después de ponerse una bufanda blanca alrededor de su cuello ꟷcreo que de esta forma no se darán cuenta de las malditas marcas que dejo el profesor Gilbert. ¿Por qué diablos deje que hiciera eso?ꟷfrunció el ceño mientras se examinaba al espejoꟷ pero no se quedara así.

Sonrió con superioridad y tomo su bolso para salir de su cuarto.

ꟷ¿Por qué Max te ira a dejar si tiene tu coche en buen estado?ꟷrecrimino su hermano de brazos cruzados una vez la chica bajo las escaleras.

ꟷNo quiero conducir hoyꟷ respondió encogiéndose de hombros restándole importancia.

Elian enarco una ceja sin creerle nadaꟷ ¿Y porque no me pediste que te llevara yo?

ꟷPorque tu nuca puedes. Además Max siempre está disponible. Así que deja de hacer drama.

ꟷ¿Y porque hoy vas más temprano que los otros días?ꟷcontinuo. De brazos cruzados siguió a la chica hasta la puerta de la mansión. No le gradaba la idea de Melissa pasando tiempo con Max, no confiaba en ninguno de los dos.

Max era muy inmaduro al igual que él y no quería que su hermanita se ilusionara con él, aunque esto hasta a él le sonaba descabellado. Pero como hermano sobreprotector que era, todo lo que implicaba a Melissa cerca de un chico que la pretendía, encendía todas sus alarmas, a pesar que ese chico sea su mejor amigo. Si se atrevía a dañarla sería capaz de romper su amistad con él, Melissa era más importante.

ꟷTengo un trabajo que terminar con mis amigas. Deja los celos por Dios Elian no soy una niña. Se cuidarme sola.

Sin esperar respuesta salió de la mansión cerrándole la puerta en la cara de su hermano. No quería seguir escuchándolo. Rápidamente se dirigió al coche de Max quien muy sonriente la esperaba. Rodo los ojos, ese chico jamás comprendería que no tenía oportunidad con ella.

Cuando subió al vehículo un pequeño ladrido hizo que diera un respingo en su sitio y observara a los asientos traseros del jeep con los ojos abiertos como platos.

ꟷ¿Qué diablos hace esa cosa aquí?ꟷdijo señalando el pequeño chihuahua que la observaba como una intrusa. Con sus pequeños ojos examinándola.

ꟷEs mi perrito Chispita, le gusta salir en coche y no tuve corazón para dejarlo en casaꟷ explico Max sonrienteꟷ saluda a mami chispita.

Y como si el perro le comprendiera. Volvió a emitir otro pequeño ladrido, que en vez de atemorizar provocaba ternura. El chico volvió sonreír y hablarle como si fuera un bebe diciéndole que era un buen chico. En cambio Melissa estaba con una mueca de disgusto a su perspectiva Max era un idiota por hablar de esa manera con un animal.

ꟷ Primero Deja de decir que soy su madre, loco enfermo y segundo Sabes perfectamente que odio a los perros ¿Por qué diablos lo trajiste?ꟷinquirió entrecerrando los ojos con fastidio.

ꟷPara que conozca a su futura mama.

ꟷ¡Estas enfermo!ꟷgrito exaltada. Le parecía estúpido que Max pensara ese tipo de cosasꟷ ¡Saca ese animal de aquí!

ꟷNo puedo dejarlo aquí, se sentiría solo ꟷexpuso observando como la chica acomodaba su cabello y bufaba con enojo.

ꟷ¡Déjalo con Elian! De ninguna manera me quedare en el mismo lugar que esta esa cosa, o lo sacas o me largo en un taxi ꟷfrunció el ceño observándolo directamente a los ojos con los brazos cruzados, retándolo.

Max hizo un pequeño puchero.

ꟷPrometo que no hará ningún ruido ꟷse quejó como un niño pequeño.

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