Namjoon

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Kim Namjoon solía tener una vida monocromatica, sin emociones, con padres adinerados pero sin tiempo para él.
No era raro que se volviera un rebelde, lo que sí fue extraño fue que hiciera del chico bonito y callado su mejor amigo.
Nadie entendía esa amistad, eran dos polos opuestos caminando juntos por la vida, y aunque todos insistían en que Jin debía alejarse de Namjoon, el pequeño no lo hizo.

— La sal, Nam— murmuró Jin sonriente— Pásame la sal

Namjoon le alcanzó un pequeño pote vacío de azucar, Jin lo tomó sin revisar y se dispuso a echarla en su olla, pero nada cayó.

— ¡Namjoon!—

El castaño agitó el envase hasta que un ruidito metálico lo sorprendió, revisó la etiqueta y suspiró volviendolo a poner en su lugar.

— Eso era azúcar, Nam— dijo frustrado—De todas formas, no hay azúcar en ese pomo

Jin se paseó por la cocina con el ceño fruncido mientra buscaba la sal, los pequeños habían salido con Ken y Sandeul a una fiesta para niños mientras que ellos habían quedado a cargo de la comida.
Namjoon suspiró frustrado, era su cuarto intento en la semana, definitivamente Jin era muy distraído o realmente no quería aceptar el compromiso.

— ¿Pasa algo, amor?—

Namjoon negó y se marchó de la cocina para preparar au siguiente plan, quizás si escondía el anillo en un libro o en su álbum de SNSD.
Sí, ese era un buen plan.

— ¡No te lleves ese envase, Namie!— chillo Jin cruzandose de brazos— ¡Namjoon regresa aquí con ese envase! ... ¡Namjoon!

Pero ni siquiera le escuchó, se distrajo encerrandose en la habitación del mayor para buscar algo donde ocultar el anillo.
Ken habia dicho "que sea especial, Kim, o voy a matarte, lo juro" y tenía razón, debía ser especial y digno del castaño pero se estaba quedando sin ideas.
Le ofreció el anillo atado en un globo pero no contó con que Jungkook se lo quitaría e huiria con Taehyung y el anillo.
Se lo ofreció suavemente por la noche mientras miraban las estrellas pero Jin al momento de abrazarlo había echo que el anillo se deslice hacia la ventana y había acabado buscando toda la noche el anillo en el jardín.
Lo metió en la comida y Yoon Gi casi se lo come.
Le pidió matrimonio a través de la radio y dejó el anillo en la ventana pero Hoseok cambió la estación para escuchar a las SISTAR y el anillo acabó rodando en la carretera.
¿Acaso el destino no quería que le propusiera matrimonio?
Bien, se habían saltado muchos pasos, se habían besado muchas veces, cuidaban de sus hijos y estuvieron a punto de hacerlo en su habitación anoche, y definitivamente no tenían una relación de novio/novio(uke) pero joder, quería proponerle matrimonio y nada salía bien.

— ¡Kim Namjoon, baja en este instante!—

— Estoy ocupado— respondió agitado mientras buscaba un álbum o algo de SNSD— Ya-ya vo-voy

— Esperi que no estes haciendo cosas asquerosas en mi habitación, Kim Namjoon— chillo frustrado— O vas a sentir mi cuchara por todo el cuerpo

— Cla-claro que n-no pri-princesa—

Escuchó al mayor hacer una rabieta y luego irse, genial, fingir hacer cosas cochinas siempre hacían que el mayor se marchara avergonzado, esa era una de laa ventajas de conocerlo al revés y al derecho.

— ¿Dónde voy a esconderte anillito?—

Revisó todos los cajones hasta que un álbum de fotos llamó su atención, le recordaba algo pero no sabía que con exactitud.
Lo tomó en sus manos y jugó con él un largo rato antes de animarse a abrirlo, bien, el tenía un album sin usar similar a ese en.su habitación, quizás en el futuro halló un uso genial para eso, revisó el nombre de la portada y sonrió.
Con Jin todo era mejor.
Le había tomado diez años comprenderlo pero joder, ahora todo tenía sentido, era feliz y tenía un brillante futuro por delante.
Fotos, muchas fotos, jamás imaginó divertirse tanto viendo algunas fotos.
Al menos en el futuro, Jin era su esposo y por lo que se veía, eran muy felices.
Bien, Ken no era del todo un inútil, era muy majo y sus dibujos sin duda eran lindos.

— Aish, estúpido castaño—

Sí, se parecía mucho a Jin, en algunas fotos parecían hermanos y sin duda, estaban demasiado cerca uno del otro, luego veía fotos con sus hijos y no podía evitar suspirar.
Yoon Gi nunca se había visto tan feliz, excepto tal vez esa vez cuando Jin pasó todo un.día solo con él.

— ¿Cómo conseguiste este album, princesa?—

Demasiadas fotos bonitas lo distrajeron, solo podía fijarse en Jin y sus hermosas sonrisas, ni soquieta noto que Jungkook nunca pasaba del año de edad en las fotos.
Y cuando llegó a la última foto no comprendió nada.
¿Estaban en una.boda? ¿Por qué se veían tan mal? ¿Y Jin?

— No...— susurró regresando en las fotos— No, no...

Sacó la foto del.album con delicadeza y la sostuvo entre sus manos un largo rato sin atreverse a leer lo escrito por Ken tras la foto.
No quería llorar, debía ser una broma, Jin no podía...

"Descansa en paz, viejo amigo, cumpliré mi promesa, descuida"

No, no...
Namjoon guardó el álbum de nuevo en el cajón y se quedó congelado observando la habitación rosa.
Todo su vida era tan Jin ahora, toda su vida era Jin desde los diez años en donde se atrevió a empujarle, ser perdonado y volverse su amigo.
No quería otro amor, no quería otro mejor amigo, no estaba preparado apra perder a la única persona que en realidad amaba.
El anillo brilló suavemente entre sus manos, se limpió las lágrimas rápidamente y salió de ahí con una sonrisa enorme en el rostro.

— Justo iba a llamarte— dice Jin sonriendole con cariño, extrañaria eso— La cena está lista, amor

Pero Namjoon solo le toma de la mano para arrastrarlo hacia la sala, le coloca su abrigo y lo arrastra al auto.

— ¿A donde vamos, Nam?—

Realmente no sabe a donde van, solo quiere salir de casa, pasear y olvidarse de lo que acaba de enterarse, no quiere perder ni un segundo, siente que le van a hacer falta en el futuro.

— Casate conmigo, Jin—

— Claro que sí, Nam— murmura alegremente— Ya hemos hablado de esto, no vamos a tener hijos fuera de un matrimonio

— Ahora, casate conmigo ahora—

— Que dices...— Jin suelta una risita— No tenemos anillos, ni estamos vestidos correctamente, ni tenemos testigos y es tarde...

— Jin, por favor, se mio siempre—

Kim Seok Jin no entiende muchas cosas, pero solo asiente mientras ve al moreno llorar entre sus brazos, están perdidos en la carretera y sin embargo, ninguno quiere regresar a casa, están bien juntos.

— ¿Pasa algo, Namjoon?—

Un bello anillo dorado se desliza en su dedo, Jin agranda los ojos confundido mientras Namjoon lo llena de besos.

— ¿Nam?—

— Se mío esta noche, Seok Jin—

¡Namjoon, eres un idiota! #TravelAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora