Mentira

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Un silencio sepulcral reinaba en la casa de los Kim, Lee Jaehwan revisaba en silencio las pertenencias de los niños mientras las metía en una maleta, necesitaban más ropa, la situación de Seok Jin aún no era estable y los niños habian ensuciando casi toda la ropa con la que fueron dejados en su casa.
Había pasado un año desde que aceptó ayudar a Seok Jin a cuidar de sus hijos mientras él se sometía a escondidas de Namjoon a un montón de tratamientos para frenar su enfermedad.

— ¿Mami, venda hoy? —preguntó Yoon Gi jugando con el pequeño kumamon que su madre había cocido para él— ¿Po qué mami no ta aquí?

Ken había sido muy insistente al pedirle a Jin que dejara ese tonto trabajo en Incheon y se quedara en casa para cuidar a sus niños, pero el chico era obstinado y no quería que Namjoon se desesperara aún más por no poder pagar las deudas de su segundo préstamo (el primero habia sido pagado con un año entero de trabajo de Namjoon, Ken y Leo), así que buscó un empleo y el único medianamente decente, fue el de ser un medico de escuela en Incheon o eso fue lo que le dijo a Ken.

— Llegué...—dijo el moreno ingresando con una gran sonrisa— ¿Dónde están mis bebés?

Ken sintió su cuerpo tensarse, se suponía que Namjoon nunca llegaba a casa, no tenía porque volver, nunca lo hacia, había empezado a sospechar que salía con alguien del trabajo pero no se lo dijo porque entre la quimioterapia y su extraño agotador trabajo, su mejor amigo parecía estar marchitandose demasiado rápido.

— ¿Namjoon?— Ken bajó las escaleras lentamente — ¿Eres tu, Kim?

El moreno le observó confundido, se llevaba razonablemente bien con Ken y estaba acostumbrado a tenerlo en casa pero nunca creyó que se vería realmente encantador para él.
¿Le atraía Ken? Debía de estar realmente cansado o haber tomado de más en aquella fiesta a la que no pudo negarse a asistir porque en el mundo de la música todo era relaciones, y el quería triunfar en ello por lo que no podía negarse a las oportunidades.

— ¿Jinnie?—

— Bueno, él... —Namjoon temió lo peor— Él se fue a...

— ¿Se fue?—

Namjoon sintio el miedo burbujear en su estómago, observó a su pequeño Yoon Gi avanzar hacia él con sus ojitos húmedos y a Hobi tambalearse sujetandose de su hermano.

— ¿Appa?— Yoon Gi fruncio el ceño mientras Hobi apretaba su mano— ¿Y mami?

— ¿Él es appa?—preguntó Hobi sin entender— ¿Appa Nayon?

Namjoon observó a su pequeño hijo sin comprender pero Ken fue mas listo y tomó al pequeño niño en brazos mientras acariciaba la cabecita de Yoon Gi.

— ¿Qué esperabas? —gruño de mal talante el chico— Ni siquiera llegas a dormir y los fines de semana no estás

Tiene que admitir que le dolió, le dolio porque sabia que Jin nunca se atreveria a reclamarle nada.

— ¿Dónde mierda está Jin?—

— ¿Mami? —

La puerta se abrió y un.joven castaño ingresó tambaleante para derrumbarse en la entrada y empezar a llorar sin reparar en los observadores.

— Jinnie...—murmuró Namjoon sin comprender— Amor...

Es cierto que en un año, no había visto mucho a su esposo, pero no esperó verlo de esa manera, su bonito cabello castaño había perdido el brillo y estaba demasiado corto, ya no había el flequillo que tanto amaba y sus ojos ahora tenian grandes ojeras que los adornaban.

— Mami, mami— chillo Suga corriendo a su encuentro— ¿Mami ta bien? ¿Mami necesita ayuda de nuevo? Tío Ken ta aquí mami

Jin levanto su mirada hacia su bebé y lo acuno entre sus brazos sollozando, observó a Ken y le hizo una seña de que le entregara a su hijo menor, Namjoon se tambaleo y se arrodillo a su altura, quiso tomar la mano de Jin entre la suyas pero el chico retrocedio como si de un extraño se tratara.

¡Namjoon, eres un idiota! #TravelAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora