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CAMILA C.


Siempre ha sido de esta manera.

La gente piensa que porque soy callada, no escucho los apodos que me dan. Retardada es el más popular, pero hay un montón. Ellos asumen que porque no hablo, debo ser sorda, así que me llaman sorda-muda. Solía molestarme, pero supongo que después de escuchar los mismos insultos repetidos durante tanto tiempo, con el tiempo pierden su impacto. Si prestaran atención, sabrían que no soy una retrasada mental, que no estoy loca y no soy sorda-muda.

Solo soy autista.

Mi mamá dice que "empecé a actuar de manera extraña" antes de mi cuarto cumpleaños. Ella me llevó al médico y después de un poco de espera, hubo incluso más médicos. Ha habido tantos desde entonces que he perdido la cuenta, pero no cambia nada. Todavía soy autista y no hay ninguna solución rápida para ello. Voy a ser de esta manera por el resto de mi vida. Creo que soy la única que está de acuerdo con eso.

Mi mamá siguió llevándome a todos esos médicos porque no me entendía y honestamente, creo que quiere que me arreglen, como si estuviera rota o algo. No estoy rota, solo soy diferente. Estoy bien con la manera que soy, excepto cuando me meto en situaciones que sondemasiado para mí. Es solo entonces que lo odio y deseo que me pudieran arreglar. La peor parte tiene que ser los accidentes. Sé cómo ir y sé lo que se siente, es solo que un montón de veces, me saturo y no puedo controlarlo. No me gusta esa parte porque es vergonzoso.Es cuando eso sucede que me gustaría que mi vida fuera diferente.

A veces hasta me gustaría estar muerta.

De ese tipo de pensamientos, no hablo. Sé que si le dijera a mi mamá lo malo que es para mí, solo se preocuparía más y me llevaría a otro médico. Sé que tiene buenas intenciones, pero estoy cansada de todo esto. La mayoría de los chicos, cuando entran a su clase no se asustan por las luces. Ellos van a su asiento y se mueven como si nada estuviera mal. Yo no puedo hacer eso. Estoy en una gran cantidad de clases con otros chicos como yo, pero hay algunas en las que quería estar y eran clases regulares. Es en aquellas en las que mis problemas son más difíciles de manejar. Apagar las luces no es nada comparado con las otras cosas que suceden.

Si muchas personas se mueven muy cerca de mí, eso hace que mi corazón casi se salga de mi pecho y mi respiración se dificulte. La sangre se eleva a mi cabeza y me saturo, lo que a veces significa que grito o me agito. Para los chicos en la escuela, eso me hace una retardada. He conseguido controlar una gran parte de ello. Conozco mis desencadenantes y hago las cosas con el fin de re dirigirlos, pero todavía me afectan a veces, lo cual es ocasionado por el bullying que recibo.

Esta vez es diferente, porque normalmente, solo me insultan y me empujan un poco. Eso no es lo que ocurrió en el estacionamiento y tengo miedo que no vaya a ser la última vez que sucede.Mi mamá me educó en casa hasta que empecé la secundaria. Ella quería seguir, pero terminé diciéndole no. No es que me guste que me molesten, que me empujen o que me traten como una leprosa. Es que simplemente no puedo soportar ser más paria de lo que ya soy.

Lauren Jauregui es mi vecina de al lado.

Solíamos jugar juntas cuando éramos bebés. Bien, lo hicimos hasta su madre se fue y la dejó sola con Dean. Ella es la única amiga que he tenido, aunque estoy bastante segura de que  ella no siente lo mismo. La mamá de Lauren le hizo pasar el rato conmigo, lo sé, pero eso no cambia nada para mí. Pasar tiempo conmigo como lo hizo cuando éramos más jóvenes me hizo sentir especial, y no en el mal sentido. No estoy segura de por qué no se unió con sus amigos hoy.

COUNT ON MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora