VI

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LAUREN J.


Mierda.

No fue como me lo había imaginado en mi cabeza. Cuando la vi esperando el autobús, algo me invadió. Estaba pensando simplemente en saltar en mi auto e ir a dar una vuelta para despejar mi cabeza, pero algo me detuvo. No podía irme sin tratar de explicarle por qué todo había dado un giro de mierda. Quería contarle sobre el acuerdo que hice con Dillon, porque pensaba que si lo hacía, tal vez ella podría entender las cosas y comprendería que lo estaba haciendo por ella. Pero no pude hacerlo. Incluso si estoy haciendo esto por ella, estando de acuerdo con Dillon para que la deje en paz; estoy siendo una idiota en el proceso, porque estoy atacando a sus amigos y otros chicos como ella.

Ahora estoy aquí, sentanda en el camino de su entrada y estoy bastante segura de que su mamá va a llegar en cualquier momento, pero no me puedo mover. Estoy atascada leyendo sus palabras una y otra vez. Las últimas palabras que me dijo están centellando tan fuertemente que me recuerdan a esas señales de motel que se ven en la ciudad y brillan en la oscuridad de la noche.

"Las acciones hablan más fuerte que las palabras, Lauren. Si en verdad lo lamentas, demuéstralo."

¿Qué es lo que piensa ella que estaba tratando de hacer al ofrecerle un viaje a casa?

Sé que fui una  imbécil con ella y con su amigo, pero no he sido capaz de pensar en otra cosa desde entonces. Ya es bastante malo que tenga que admitir que es posible que me guste esa chica, pero, ¿realmente tengo que postrarme a sus pies? La respuesta corta es, sí, lo hago. Estoy obsesionada con la mirada que vi en sus ojos hoy en el pasillo. Odio que piense de mí de esa forma. Tengo esa sensación porque no puede hablar; ve más que el resto de nosotros, entonces está viendo algo en mí que nadie más puede ver. Algo que incluso yo no puedo ver de mí misma y esa es la necesidad de estar alrededor de ella, quizás tal vez me lo pueda mostrar.

No quiero ir a casa. Sé lo que voy a encontrar allí cuándo lo haga. Dean va a estar desmayado sobre su culo otra vez, enfadado porque, como él dice, le hice perder otro trabajo y que probablemente vamos a perder la casa por eso. Es la misma maldita conversación de todos los días, especialmente cuando no está trabajando y estoy harta de esto. No puedo quedarme aquí. No quiero que su madre vuelva a casa y me vea. No estoy segura de cuanto le dice sobre todo del último par de días, pero si le ha dicho algo o cualquier cosa sobre mí o sobre lo que pasó con ella, entonces sé que voy a estar atrapada y no va ir bien. Pero no sé dónde más se supone que debo ir.

En momentos como este, me gustaría que mi mamá estuviese aquí. Sería capaz de volver a casa si ella estuviera allí y podría ser capaz de contarle todo lo que estaba pasando. Podría tener su ayuda para darle sentido a todo esto. Ella era bonita y caprichosa y a veces me preguntaba qué demonios estaba haciendo, incluso con niños, pero eran buenos tiempos cuando estaba con nosotros. Lo intentó. Son esos tiempos los que yo quiero tan mal porque odio este sentimiento de sentirme sola.

No te sientes sola cuando estás con ella.

Esa persistente voz en mi cabeza, señalando lo obvio, había estado conmigo durante los últimos dos días. Pero es verdad. No me siento sola cuándo estoy cerca de Camila. En realidad, no siento nada en absoluto, al menos de las cosas negativas. Es tranquilo, pero confortable. Incluso con sus problemas y la forma horrible que olía ayer en mi auto, todavía me hacía sentir cosas que nunca había sentido. Ella me hacía querer ser mejor. Sé lo que tengo que hacer ahora. Es la única cosa que puedo hacer. Tengo que seguir su consejo porque tiene razón. Si quiere acciones en lugar de mis palabras, entonces se las daré. Solo espero que funcione.

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