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LAUREN J.


Soy la imbécil más grande del mundo.

Cuando Dillon dijo que la dejaría en paz si escogía a alguien más en su lugar, no lo dudé y mordí el anzuelo. Mientras estuviera protegida de ellos y de mí, era la decisión correcta. Salvo que no era la decisión correcta y ahora estoy siendo obligada a ver como este tipo Eric es estrellado contra la puerta del casillero, porque no tiene lo que Tim y Dillon desean. Lo que sucedió hace un par de minutos es por qué están tan enojados. A Dillon no le gustó que le gritara para detenerse, especialmente cuando pasa todo el tiempo refiriéndose a ella como la sorda-muda, pero no es como si hubiese hecho algo para detenerlo. De hecho, con todo lo que ha pasado, solo lo he empeorado. Vi la mirada en sus ojos cuando quería sacar a Eric de aquí. En verdad creyó que al recurrir a mí, ellos tendrían la salida que merecían. Incluso después de todo lo que he dicho sobre ella durante estos años y cómo dejé las cosas cuando éramos niñas, aun así piensa que soy mejor de lo que soy. Esto que le está pasando a Eric, lo odio. Sé quién es y lo que significa para ella. Es el único chico de aquí que le da la hora. Están en la misma clase y puedo decir por la forma en que es con él, que se ha ganado su confianza. 

Quiero levantarme y decir algo ahora, pero estos tipos no me escucharán. Incluso si lo hicieran y por algún golpe de suerte dejen ir al chico, solo se lo regresarían a ella al día siguiente. Es como funcionamos. Abandonarla era un movimiento ruin, pero necesario si quería mantenerla a salvo. Aun no estoy segura de por qué me estoy saliendo de mi camino por esta chica; solo sé que no puedo dejarla pasar por lo que pasó ayer. Se merece algo mejor que eso. Diablos, todos lo merecemos. Sé que me dijo más temprano que no volviera por ella, así que es probable que ni le haya importado que no haya aparecido, pero eso no me ayuda a que me sienta menos idiota.

No soy mejor que mi hermano, mi madre e incluso mi padre golpeador muerto. Ninguno de nosotros pudo mantener su palabra. Supongo que es la característica de la familia Jauregui. No es exactamente la cosa por la que estoy esperando para ser conocida, pero es la forma en que debe ser.


— El trato era, que si dejaba tranquila a tu pequeña novia, escogías al siguiente objetivo y te involucrabas. Me parece que Tim y yo somos los que estamos haciendo todo el trabajo. ¿Qué pasa con eso, Lau?

Odiaba absolutamente cuando la gente me llamaba Lau. La última persona que lo hizo tuvo su cara destrozada contra el casillero. Es irracional, lo sé, pero mi mamá solía llamarme así y desde que se fue, ha sido una cosa dolorosa para mí. Ya de por sí quiero sacarle la mierda a Dillon; pero llamarme Lau simplemente me vuelve homicida.

— Estoy dejándolos tener su diversión primero chicos, y no me llames Lau.

Es demasiado tarde cuando me doy cuenta que no negué el comentario de novia. A veces ser impulsiva puede ser un dolor en el trasero. Justo como lo esperaba, se dio cuenta de lo que yo no.

— Ni siquiera vas a negar la otra cosa ¿eh?

— Cuidado Lauren, pasando tanto tiempo con esa chica, probablemente son las hormonas y esa mierda —bromea Tim, provocando que quiera golpearlo y abandonar toda esta cosa.

Pero que no lo hago. Nunca lo hago.

— Lo escogí ¿no? Así que hagan lo que tengan que hacer para que podamos continuar con esto. Es aburrido.

COUNT ON MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora