XVI

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CAMILA C.


- Mila, cariño, apenas tocaste tu cena. ¿La chica que volvió a la escuela tiene algo que ver con eso?

He estado haciendo esto desde que ella volvió a casa y debería haber sabido que se iba a dar cuenta eventualmente. He estado tratando de reunir el valor para hablar acerca de todo lo que he estado pasando, pero cada vez que siento como si estuviera cerca de hacerlo, aparece una razón para detenerme. Por mucho que me diga que voy a estar bien independientemente de cómo reaccione a todo lo que le diga, no lo estoy. Si me dice que tengo que permanecer alejada de Lauren, especialmente con todo lo que ha hecho por mí desde hace un par de semanas, creo que podría morir por dentro. Conoce a Lauren, por lo que probablemente no va a decir eso, pero ha pasado un largo tiempo desde que ella pasó el rato con nuestra familia.

—No, mamá.

—Bueno, ¿entonces qué tienes en mente? Y no me digas que no es nada.

Ahora es mi oportunidad de abrirme, pero con Tristan sentado al otro lado de la mesa frente a mí, sus ojos lanzándose de ida y vuelta entre nosotras, no es como si me muriera de ganas para sincerarme.

—No puedo hablar de eso ahora.

Levanto mis ojos en dirección a mi hermano y parece que se da cuenta a lo que me refiero con facilidad.

—Tristan, cariño, has terminado tu cena hace quince minutos ya. ¿Por qué no pediste permiso para irte?

—Porque tengo algo que quiero mostrarle a Camila.

—Si me comprometo a enviarla a tu habitación en el momento en que hayamos terminado, ¿nos darás a tu hermana y a mí un poco de privacidad?

Mamá es realmente genial en darnos opciones. En cualquier momento él podría decir no y solo pospondría nuestra conversación hasta que estuviera fuera del alcance del oído. Es la forma en que siempre ha sido aquí. Incluso con todo lo que ha pasado conmigo, todavía me da opción, incluso cuando es algo pequeño y básico como lo que le está dando a Tristan ahora.

—Supongo, pero mejor asegúrate de que venga luego porque es súper importante.

Se excusa de la mesa mientras ella se ríe y otra vez me siento como si hubiera un centro de atención brillando en mí. Estamos solas, así que no hay nada que me detenga. Todavía no sé qué siento sobre eso sin embargo.

—El último par de semanas, ha habido algo diferente en ti. Sé que piensas que estoy demasiado ocupada como para darme cuenta de ello, pero no lo estoy. ¿De eso se trata?

Asiento lentamente y sonríe, pero es débil porque ni siquiera llega a sus ojos. No está segura si la diferencia en mí es algo bueno o malo.

—Bueno, ya sabes que estoy aquí para escucharte, incluso si piensas que es algo que no me gustará oír.

Mierda. Lo está haciendo aún más difícil ahora. Creo que preferiría que sea una de esas madres que están demasiado ocupadas para escuchar lo que sus hijos tienen que decir así no tendría que decir las palabras. No lo es, sin embargo, y si quiero encontrarme con Lauren en una hora, tengo que hacer esto ahora.

—¿Cómo sabes cuando alguien te gusta?

Se inclina hacia atrás en la silla y yo empiezo a preguntarme si esta era la pregunta correcta para empezar. Es lo que quiero saber, pero ahora va a saber que me gusta alguien y eso va a cambiar toda la forma en que esta conversación vaya.

—Bueno, cariño, no sé cómo se siente para ti, pero recuerdo cómo era para mí. ¿Es eso lo quieres que te explique? 

Asiento de nuevo y sin perder tiempo, retoma dónde lo dejó.

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