XXII

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CAMILA C.


La cosa más extraña me pasa cuando escucho a Lauren gritando desde fuera. Mamá se levanta del sofá, más que lista para ir a la puerta y encargarse, pero no la dejo. Me paro en su camino, bloqueándola y no doy marcha atrás hasta que se sienta. Cuando había llegado a la puerta después del partido, no tuve ningún problema dejando que tome el control, pero algo es diferente esta vez. Ella no puede hacer esto más.

Tengo diecisiete años y al igual que la Srta. Taylor me dijo antes de que me dejara, soy inteligente y me merezco algo mejor. Durante mucho tiempo me he alojado en este pequeño lugar cómodo dentro de mí misma, donde ninguna de sus palabras me podían tocar. En algún lugar a lo largo del camino, las paredes que construí se rompieron, porque me inundé con todas las terribles palabras, burlas y dolor físico que pusieron en mí.

Eso no puede suceder más. Es hora de hacerle frente, esta vez sin ningún tipo de paredes y ponerle fin de una vez por todas, ya sea si puedo decir las palabras o no. Cuando abrí la puerta y me encontré cara a cara con ella, no estaba segura de lo que iba a suceder. Sé que quería deshacerme de ella, enviarla de vuelta a su casa donde pertenece, pero cualquier otra cosa, no lo planeé. La primera cosa que noté acerca de ella no eran sus ojos o la forma en que estaba vestida, sino la forma en que olía.

La gente se burla de mí todo el tiempo por los accidentes que tengo y tan duro como es tenerlos para mí, entiendo lo que la gente encuentra gracioso al respecto, incluso si es malvado. Es por eso que una de las cosas que oí en el video, no me dolió tanto como debería haberlo hecho. Ir a la escuela conmigo realmente es como ir con alguien del jardín de niños Lauren, oliendo como si se acabara de bañar en alcohol durante las últimas tres horas, podría ser peor que todos mis accidentes combinados. Es un olor tan fuerte que tengo un tiempo difícil incluso al mirarlo por la forma en que el olor flota hacia mi nariz. Si respiro ese olor durante demasiado tiempo, estoy realmente asustada de que vaya a terminar siendo yo la que esté borracha, no ella.

Me grita para que la mire y algo dentro de mí se agita. No estoy segura si es simplemente todo lo que ha pasado estas últimas semanas o la mirada vidriosa en sus ojos mientras está gritando, pero he tenido suficiente. Empiezo a empujarla, empujando tan duro como puedo, tratando de alejarla de mí. Lo quiero lejos de mi casa, lejos de mi mamá y Tristán, quien a pesar de todo lo que ha escuchado esta noche, todavía ama a Lauren casi tanto como yo.

La quiero de vuelta en la casa de los horrores que vive al otro lado de la calle y nunca quiero volver a verla. Cuando finalmente se cae, es cuando me rompo. Sé que la quiero lejos, pero al verla en el suelo de esa manera, me preocupa haberla lastimado. Se ríe tan fuerte que hay un segundo donde creo que estoy viendo la exhibición de hiena en el zoológico y no una persona real. Fue entonces cuando las estúpidas lágrimas comienzan a caer. Hay algo acerca de la forma en que se está riendo y está dirigida a mí que me destroza por dentro. No somos buenas la una para la otra. Nunca lo hemos sido. Iba a usar mi tiempo en el baile para decirle eso y ahí está otra vez, la necesidad de hacerlo. Está sentada en el suelo en frente de mi casa, borracha por todo lo que le he hecho pasar. Es una prueba más de que se merece a alguien mejor.

Tengo que dejarla ir.

Así que cuando me deslizo hacia abajo sobre mis rodillas y toco su cara, hago lo único que puedo hacer con el fin de hacer lo correcto por ella. Me apoyo en su frente, cierro mis ojos y pongo mis labios en su piel, diciendo mi propio adiós privado, antes de pararme y decir las palabras en voz alta, la forma en que tiene que ser. Lo que he estado sufriendo con todos estos años, el no ser capaz de hablar, casi parece como si fuera levantado en ese momento. No tengo ningún temor acerca de las palabras que voy a decir. De hecho, por primera vez en realmente mucho tiempo, ellas parecen como las correctas. Mi corazón no está latiendo fuera de mi pecho; se desaceleró a un aburrido rastreo. Estoy segura de esto, sabiendo que es lo que hay que hacer. No puede haber vuelta atrás.

COUNT ON MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora