Perdonar merece la pena [TRILOGÍA #2]

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 "¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío".

Salmos 42.5

Las luces de la sala están encendidas y alumbrando, rebotando sobre mis ojos, provocándome un vértigo infernal. Me hundo en la silla y me cruzo de brazos tratando de respirar profundamente. Después de aquel ataque de psicosis que tuve, ya no volví a ver a Jacobo. Me sentí fatal. Mi comportamiento había sido irreprochable aquella ocasión, y no había manera de remendarlo.

La doctora Jiménez me contempla con cara de pocos amigos.

ꟷ Sabes porque estoy aquí, ¿verdad Aurora?

Asiento con la cabeza sin mirarla a los ojos, viendo fijamente hacia la mesa.

ꟷ Supongo porque quiere ayudarme ꟷ le digo con desdén

ꟷ Palabra equivocada, señorita Auroraꟷ me dice de mala gana ꟷ. Estoy aquí porque voy a ayudarle. ¿Tiene una idea de la magnitud de su psicosis?

ꟷ No, pero tengo una idea del daño que puedo hacer ꟷ conteste automáticamente.

Hacia un esfuerzo por prestarle atención, y aunque respondía a todas sus preguntas no era yo la que las contestaba... no de cierta manera. Estaba teniendo la manía de mantener mi mente en blanco y no pensar en nada, era como si estuviera en modo coma y me apartase de toda la realidad a mí alrededor.

ꟷ ¿Está usted diciendo que quiere hacer daño? ꟷ Me pregunta la doctora empezando a tomar nota en su cuaderno como habitualmente lo hacía cada que charlábamosꟷ. Por favor, escríbame en esta hoja como se siente.

Observo con detenimiento y tomo lentamente la pluma que está a mi lado. Sin pensarlo escribo, siento que mi cuerpo reacciona al automático, esto no es normal pero siento una presencia más poderosa que yo dentro de mí. Sin mirar aparto mis ojos de la hoja y se la entregó a la doctora. Me cruzo de brazos esperando su respuesta.

ꟷ ¿Me quiero morir? ꟷ pregunta estupefacta y entrecerrando los ojos ꟷ ¿Está diciéndome que usted quisiera estar muerta? ¿Eso es cierto? ¿Eso siente?

Sonrío y meneo la cabeza. Me sostengo de la silla para darme equilibrio y analizar lo que me acaba de decir. Me aseguro de que mis piernas estén firmes y de que el suelo no esté dando vueltas. Idealizo una manera de salir corriendo de aquí y poder tomar las llaves de la doctora sin hacer ningún tipo de esfuerzo.

ꟷ ¿Señorita Lobett?

Oigo su voz como un eco al vacío.... << las llaves, toma las llaves>>. Todo lo que quiero hacer ahora es tomar una siesta en mi casa, en mi habitación, en la casa donde vivía. Vivir una vida normal y feliz, lejos de esta cárcel de locos.

ꟷ Señorita Lobett, ¿está escuchándome? ꟷ vacilo mientras examinaba mi reacción a lo que estaba a punto de decir ꟷ. No eres la única persona que ha pasado por esto, y lo sabes.

ꟷ Lo se ꟷ le digo con desgano e inexpresiva

ꟷ Escucha, creo que necesitas una ayuda más especializada.

ꟷ ¿Ayuda?ꟷ le pregunto riendo viéndola a los ojos

Hizo una pausa para poder examinar mi mirada con detenimiento, sin dejar de parpadear y de hablar.

ꟷ ¿Que sientes al respecto? ¿Has escuchado voces dentro de tu cabeza?

ꟷ No lo sé, no estoy muy seguraꟷ le digo viendo hacia el fondo de la habitación.