Perdonar merece la pena [TRILOGÍA #2]

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¡Hola a todos los lectores! Les recomiendo que en este capitulo escuchen esta alabanza ☝ con los audífonos puestos y busquen la traducción en google o en youtube. Guarden silencio, lean, concéntrense y analicen el final. Agradezco el tiempo y la paciencia para esperar a que actualizase las historias, porque todo esto que escribo lo hago primeramente para darle Gloria a mi Señor y con todo mi amor y entusiasmo para ustedes. Tengo que confesar que he llorado mientras escribía este capitulo. Sinceramente el Espíritu Santo me ha hecho muy sensible, y en cada obra escrita me he puesto en el lugar de mis personajes. Gracias por todo & disfrútenlo ¡Dios los bendiga!

"El ladrón no viene sino para hurtar , matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia"

Juan 10.10 

- Aurora - su voz suena lejana y rasgada, algo esta pasando - Diana esta muerta.

No, no, no, no. ¡No! 

La mano se me quedo helada aun con el móvil en mano. El resto de mi cuerpo tampoco reaccionaba. Incluso contuve la respiración un momento. 

- Diana esta muerta, Aurora - siguió diciendo entre sollozos - Ella se suicido. ¡Se suicido, Aurora, y no hicimos nada para impedirlo!

Exhale con fuerza. Me lleve la mano a la boca conteniendo el enorme nudo en la garganta. Nazaret y los demás se percataron de mi reacción y guardaron silencio. De pronto, empezaron a resonar en mi mente las ultimas palabras que Diana me había dicho esa tarde en el grupo juvenil:... A veces no entiendo porque deja sufrir a personas buenas. Si el es un Dios vivo; quiero que arregle todos mis problemas...

Lo único que hice fue cuestionarla y reprenderla. Nada mas. ¿Como no me di cuenta? Me temblaron las rodillas durante un segundo y estuve apunto de caerme. Entonces colgué y retrocedí lentamente. Nazaret me tomo de los hombros y quedo perplejo al ver mi expresión. 

- ¿Que pasa? ¿Quien era?

No me di cuenta en que momento solté el aire por segunda vez y entonces mis jadeos se convirtieron en largos y fuertes sollozos. Cubrí mi rostro con las manos y caí al suelo de rodillas. Todos quedaron horrorizados y confusos. Tania se aproximo a mi muerta de miedo.

- ¿Quien era, Aurora? ¿Que pasa? ¿Que te dijeron? - su voz sonaba temblorosa y aguda

Ellos también tenían miedo de lo que pudiera decir, pero aun así lo solté.

- Diana... - balbucee - Diana esta muerta. Diana se suicido.

- ¡¿QUE?! - exclamaron algunos al mismo tiempo

- ¡Dios mio! - soltó Tania cubriéndose la boca y aterrada

Solloce y por primera vez en mi vida me daba por vencida con ella, porque ya no estaba.

Mas tarde.

Llegamos y nos estacionamos enfrente de su casa. La calle estaba abarrotada de gente, unos se encuentran en grupo susurrando la gran tragedia, otro simplemente están sentados en el asfalto con la mirada perdida intentando comprender porque lo hizo; como todos. Dos patrullas y una ambulancia están estacionadas en medio de la avenida, supongo que adentro ya están los médicos forenses alistando el cuerpo de Diana para llevárselo.