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"Pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros."

1 Tesalonicenses 1.5 




Aurora


Son las tres de la tarde del mes de Octubre, el aparcamiento de la Iglesia estaba repleto de jóvenes. Después de una hora de espera, los pastores abrieron las puertas e hicieron la iniciación del evento juvenil más grande del año. Uno de los pastores de zona se plantó frente al tumulto de gente y subió a un taburete de madera con micrófono en mano para decir:

- ¡Bienvenidos al evento Chazaq del año! - dijo con emoción - ¡Le doy gracias a Dios por sus vidas y por que estén todos ustedes aquí! Recuerden que no se viene solo a pasarla bien y a conocer a hermanos de otros estados o países, han de venir porque quieren más de Dios y por qué su hambre puede más que cualquier interés personal que tengan en sus corazones. Recuerden que primeramente deben buscar el Reino de Dios y todo lo demás vendrá por añadidura.

Todos prestaban atención ante sus palabras.

- Hace años, antes de la venida de Cristo a la tierra. Los judíos ofrecían un sacrificio a Dios por el perdón de sus pecados. Por cada pecado mataban a un becerro, lo descuartizaban al grado de matarlo. En ese tiempo, la sangre representaba la muerte de sus pecados y faltas - un chico le entregó un becerro real en sus manos y el extendió un cuchillo que tenía en la mano. Todos estábamos a la expectativa de lo que iba a hacer a continuación con él -  Pero un día... Dios mando a su único Hijo Unigénito para que todo aquel que en el crea no se pierda, más tenga vida eterna. Jesús fue el más grande sacrificio que pudo remendar todas nuestras fallas contra Dios. Por eso ahora no es necesario la muerte de un animal para poder justificar nuestros pecados ante Él, porque Jesús es nuestro intercesor. Él dio la vida por nosotros, entonces el merece que lo demos todo por él 

Nos sentimos aliviados al ver que bajaba lentamente el cuchillo y soltaba el becerro que tenía en brazos. Le dio un beso en la cabeza y se lo entregó al chico que estaba a su lado.

El pastor dio la bienvenida y después de orar, pidió que escribiéramos en una hoja tres obstáculos emocionales o tres pecados que en los últimos meses habíamos cometido, y entonces, los introducíamos en una fogata para que se quemaran. Con esto estábamos representando que estas tres barreras las quemaríamos junto con Dios y no volveríamos atrás con ello, recordando cada día de este momento para tener presente la promesa que le habíamos hecho de no volver a caer en esa tentación que no nos permitía crecer. << 1. Ser impaciente con mis padre, 2. Recordar el pasado, 3. Creer en las mentiras del enemigo>>. Esas fueron mis tres barreras que tenía que romper a continuación durante los siguientes tres días en chazaq. 

Sucedió un momento de silencio, hasta que comenzó a sonar la música de alabanza dentro del auditorio. Miramos hacia la puerta y mi grupo y yo corrimos a toda prisa cuando los demás jóvenes también se apresuraron a entrar.  Antes de que tuviera ocasión de decirle algo a Diana, me quedé sin palabras. Abrí y cerré la boca ante lo que estaba viendo. El auditorio resplandecía por las luces de colores que se esparcían por todo el lugar, la música retumbaba, el humo y el confeti de colores explotó encima del escenario donde se encontraban los jóvenes cantando, danzando y tocando al ritmo de "Vida tu me das"; mi alabanza favorita. 

Perdonar merece la pena [TRILOGÍA #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora