Mi pequeña MATE [JIMIN] [PRIMERA TEMPORADA] [EDITANDO]

ঔৣ 1장

Pov Tn

Ya era de mañana, estaba más que feliz. Hoy mi padre me llevaría a la cabaña que teníamos fuera de Seúl, en Busan; lo mejor de todo es que yo estaré sola en la cabaña.

Aposté con mi hermano mayor que, quien superara sus promedios del año anterior, se quedaba con la cabaña solo para uno mismo.

El resultado, fue que ambos quedamos en primer lugar, él de su campus universitario y yo de primer año en secundaria, la diferencia fue que yo sí logré sobrepasar mi record anterior por tres puntos, y también levantar mi prestigio superando en calificaciones a ChaeYeong la del primero B.

Que es... ¿Mi némesis? Por así decirlo. En realidad la escuela entera lo ve así, ya que en la gran mayoría de concursos somos las dos que solemos quedar como semifinalistas y con excelentes puntajes.

Mientras, que yo... solo alcanzo a verla como mi compañera.

Y puede que me crean o no, pero la verdad es así, que enserio la veo como tal, por el simple hecho de que en todos estos años solo hemos cruzado saludos en los concursos y alguna que otra pequeña sonrisa de cordialidad, y nada más.

En fin. Ya recuperé mi prestigio por sobre todas las secciones. Estoy más tranquila ahora. Igual me reconforto aún así, ya que a mi corta edad he logrado todo lo que me he propuesto, gracias a Dios.

Y la verdad, es que me gusta. Me llena de confianza en mí misma ver todos mis logros por donde voy. Soy bendecida de tener privilegios que mi familia ha conseguido darme con mero esfuerzo, lo cual hace que valore todavía más al ejercerlos.

Si bien adoro lo que hago, ya sea aprender un nuevo deporte, temas, idiomas, fórmulas y artes, necesito tomar un descanso y ese lugar ya lo tengo apartado.... solito para mí.

¡Ah, qué emoción!

Obiamente, mis padres se negaron al principio, puesto a que no dejarían que me quedara sola a mis cortos pero bien vividos trece años de vida en una cabaña en medio del bosque, pero una apuesta es una apuesta y mi hermano quiera o no, tuvo que ayudarme a convencerlos.

- Recuerda pericote, no salgas de la cabaña a menudo, ni mucho menos vayas tan lejos de ella ¿Escuchaste? -metió mi maleta en el carro de papá.

Suspiré y dije:

- Jin ya me lo has dicho miles y miles de veces, no saldré de la cabaña. Además, sé defenderme.

- Que lo sepas o no, a cualquier traficante de órganos no le importará. Se llevarán desde tu hígado maltratado por renegar tanto, hasta tus dos ojos con miopía.

- Todos tenemos cierto grado de miopía -refunfuño.

- Sí, pero yo menos que tú -sonríe-
Como sea, entra ya o papá se molestará.

- Pero si papá nunca se molesta conmigo...-meso mi cuerpo de un lado a otro- Soy su princesita.

- Y yo su primogénito.

- Y yo su adorada hija.

- Y yo su más grande orgullo.

- Pero, si yo también lo soy -me mofo.

- Pero, no la primera -presume- Es el segundo lugar que siempre ocuparás, por toda tu pequeña existencia.

Le hago una mueca.

- No pareces una Kim con esa cara -hecha a carcajadas- En cambio, yo no necesito ni presentarme. Mi presencia es más que suficiente.

- Pero que espeso eres -murmuro.