ঔৣ 15장

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Narradora

Desde aquel segundo en el vió partir desde aquella puerta, las horas solo se hicieron más pesadas y angustiantes para JiMin, un inmenso temor se había apoderado en su interior.

Impotencia, tristeza y dolor, para precisar.

Eran los únicos carácteres que determinaban cada segundo de su vida desde ese momento. En el que sintió mucho más que una punzada en su pecho, en el que sintió más que gran impotencia por haber creído haber hecho lo incorrecto.

Su abatido lobo reclamaba una y otra vez por su regreso, pero los días solo se hacían cada vez más y más torturantes para con él mismo.

Si había alguna cosa que detestaba de su ser, era tener esa capacidad que solo los de su especie podían adquirir involuntariamente. Era esa profunda capacidad de sentir todo absolutamente más fuerte que cualquier simple humano, haciendo todo esto mucho más complicado.

Pasar tiempo la ayudará, será por su bien -se reconfortaba.

Claro, gran parte de él comprendía, pero su lado animal no del todo.

《¡Maldito El momento en que se te cruzó aquella idea por la cabeza. Jamás debiste haber mencionado una palabra con respecto a tomarse "un tiempo" con nosotros. Ella es nuestra y de nadie más》-Le recriminaba su lobo, Sköll, haciéndolo cada segundo más culpable.

Culpabilidad, que en algún momento tenía que acabar en cualquier momento.

Tarde o temprano.

Fueron exactamente ocho días en los que su calvario duró. Fueron esos días para que la menor, pudiera asimilar todo, hacerse una idea de lo que la realidad le traía a ella y sobretodo acomodar sus sentimientos.

No era duda lo que sentía, ella no dudaba ni un solo segundo el gran cariño que sentía por él, de hecho era uno de los sentimientos más reales que tenía hasta ahora, a pesar de las circunstancias que la rodeaban.

El corto plazo que tuvo, la hizo pensar mucho más de lo que antes solía meditar frente a un problema, y esto solo pudo servirle para reforzar más su afecto por el mayor, y darse cuenta de que podían haber muchas diferencias... y grandes; y que su cariño seguiría siendo igual de intacto y sincero por él.

Lo quería devuelta, también.

Se había acostumbrado tanto a su presencia, que su falta solo hacía que lo extrañara cada día más. No podía creer como es que un chico había logrado impregnarse en su alma como lo había logrado él.

Y Ahora, con ambos extrañándose, queriéndose y anhelando la compañía del otro... las cosas resultarían más fáciles para ellos.

Para bien.

- ¿Me llamaste?

Preguntó JiMin intentando mirar hacia otro lado, que no le permitieran exponer ante ella las ojeras que en esos días había estado cargando.

- Así es... -afirmó mirándolo, intentando acabar con su intraquilidad dando un paso frente a él, también.

Cuando el castaño notó ese detalle, sus latidos, sin su permiso, se aceleraron con mayor rapidez junto la ilusión de poder abrazarla de nuevo.

Se sentía muy ansioso por eso.

- Y tu respuesta es...-evitó contacto visual con la menor y la presión en aquella frase.

No era que no la quería ver, sólo que si lo hacía, su lobo no soportaría más y sin importar la respuesta de la menor la tomaría para él.

Se plantaría sobre su naturaleza, y eso no era lo que quería.

Mi pequeña MATE [JIMIN] [PRIMERA TEMPORADA] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora