ঔৣ 21장

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Pov Tn

Con la llegada de Junior a Corea, me sentía muy incómoda, mucho de solo recordarlo, pero ¿Qué podía hacer? No podía obligarlo a que regresara a Perú.

¿Qué que relación tengo con él? Pues, se podría decir que sí, tuve una amistad con él, pero que no acabó muy bien del todo, y por eso que de solo pensar que estará aquí me ponía los nervios de punta.

Creo que será mejor no tenerlo en cuenta ahora, me estresaría y no quisiera eso, mejor dejaré de pensar mucho.

Las clases habían pasado algo habitual como se podría decir. No dejaron tarea por el hecho de que era primer día de clase (aunque sólo nos pidieron los materiales de cada curso) y sólo nos  mandaron el horario de clase.

— Adiós Tn, te conectas ¿Va?

— Okey Tiff,  adiós cuidate –me despedí de ella con un abrazo, para luego darme media vuelta y dirigirme a mi casa.

Me había puesto ya los audífonos dejándome tararear una agradable canción.
Estaba a punto de cruzar la pista, hasta que reconocí una figura muy familiar.

Un cosquilleo en mi cuerpo se presentó de repente. Sentí como una sonrisa creció de mis labios. Corrí hasta él y me puse tras suyo, tapé sus ojos sin tanta fuerza, mientras me ponía de puntitas para alcanzarlo mejor.

— ¿Quién soy? –digo cerca de su oído.

Escuché como hacia sonar su nariz inquieto buscando mi olor. Y por lo que río bajo, parece que me descubrió.

— ¿Tn? –lo escuché divertido quitando mis manos y volteándose a mí.

— ¿Conoces a otra con el mismo nombre acaso? –bromeé cruzándome de brazos y moviendo la punta de mi pie aparentando enfado.

Mi corazón palpitó aún más rápido viendo su rostro iluminado. No lo dudó mucho y me abrazó como si no me hubiese visto desde hace meses.

Algo tímida correspondí, rodeando su cuerpo con mis brazos.

Había extrañado el calor de su pecho que me daba al hacer esto y ni que decir de su suave aroma. Sus manos frotaban mi espalda y su rostro se había fundido en al curvatura de mi hombro haciendo sonidos... dignos de un cachorro.

— No hay nadie como tú, princesa.

— Neta, ¿Me lo juras?

Escuché reirse aún sin soltarme.

— Sí, enana.

Un calorcito llegó a mi rostro cuando me encontré con su mirada. Su diestra acarició mi mejilla por un momento, y me asercó a sus labios permitiéndome dejar un suave beso en ellos.

— Te he extrañado tanto –susurró en mis labios antes de tomar postura. Aunque hubiera deseado que no nos separaramos, ya que sentía mi rostro ardiendo en llamas, figurativamente– ¿Como has estado?

— Bien, o bueno algo... como siempre –sonreí– Y ¿Tú?, ¿Llegaste ayer?

— Sí, por la noche, estaba muy inquueto, pero ahora que te veo estoy mucho más tranquilo –su índice acarició el punte de mi nariz, logrando mantener mi sonrojo– ¿Te había dicho que te ves linda con las mejillas así?

Me las cubrí.

— Y te gusta aprovecharte de eso, ¿Verdad?

— No te las tapes –bajó mis manos– Te ves hermosa.

Me las vuelvo a cubrir haciéndolo sonreir.

— Tn... déjame verte.

— Me estás viendo.

Mi pequeña MATE [JIMIN] [PRIMERA TEMPORADA] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora