Mi pequeña MATE [JIMIN] [PRIMERA TEMPORADA] [EDITANDO]

ঔৣ 23장

Narradora.

– A veces me pongo a pensar en ¿Cómo serías en unos tres o cinco años?

– Pues... con la misma cara, solo que más alta –se paró de puntitas– De seguro que podré alcanzarte mejor.

– Ya quisieras.

– Será muy fácil.

– ¿Insinúas que soy chato?

– No, eres normal, JiMin.

– Normal...

– En lo que cabe, sí... –entrelazó sus propias manos por su espalda– En Perú, sí lo eres.

– Estamos en Corea, entonces no lo soy.

– Pero... no está nada mal. Debería bastarte con pasarme una cabeza y media.

– Yo quiero ser más alto.

– Y yo quiero ser más bonita.

– Ya lo eres –abrazó a la menor– Estás muy bien así.

– Y tú también –se detuvo frente a él abrazándolo de igual forma– Me gustas así.

El corazón del licántropo se aceleró bombeando más sangre por donde incluso no se permitía, eso pasaba cada vez que tenía como paisaje el curioso brillito en los pardos de la fémina.

Estaba muy cautivado por ella.

– Tú me encantas –sonrió acariciando suavemente su mentón viendo a más detalle como sus ojitos se iluminaban cada vez más. Se sentía tan bien provocar eso– ¿Me das un besito?

El suave carmín no tardó en vestir sus mejillas por el pedido, pero aún con su timidez levantó su rostro a la par de sus pequeñas puntillas hasta poder acariciar sus carnosos labios.

El lican recibió gustoso su encargo. Su  curioso y único sabor le era cada vez más embrigante en cada oportunidad de besarla. Algo que realmente lo complacía.

– Podría estar así todo el rato –murmuró él viéndola reir por lo bajo tras decir eso.

– ¿A dónde me llevarás?

– Amm, todo el mundo lo conoce pero sé y confío en que te divertirás –sonrió–...Ya lo verás.

Tomó su mano y la guió emocionado al único lugar que conocía y recordaba con ciertas dudas en Seúl. El parque de juegos mecánicos. Había agradecido al cielo por tener la suerte de que este lugar aún se encontraba en la misma avenida de hace diez años.

Si no, se hubiese llevado la vergüenza de su vida.

– Bien, ¿A qué juego quisieras subir primero?

– JiMin ¿No te aburrirás estando aquí?

– No lo creo. Ver a todos los niños cayéndose, los demás gritando en la montaña rusa y vomitando, en realidad me causa mucha gracia. Además, necesito también sacar el niño que aún llevo dentro... ¿No lo crees?

– Un niño de diesciete años, claro...

– Oye, ya en un solo día me has dicho chato y viejo, ¿Qué pasa?

– No es cierto.

– Lo diste a entender. Fueron dos indirectas bastante directas diría yo.

– Y yo que creí que no lo entenderías –vaciló.

– Ahora no te basta con eso y me llamas tonto.

–  Eres terrible –lo empujó divertida su reacción.