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Una vez que salí del baño, me detuve a mirar el lugar que ocupamos en el restaurante no podía llegar así como así a la mesa, antes tenía que cerciorarme si ella seguía allí, si lo había reconocido o si le había dicho algo de su pasado. Al no verla por ningún lado supuse que ya se había alejado lo suficiente, por lo que podía volver con Gerard, quien parecía estar esperándome tranquilamente.

-¿Todo bien?- preguntó mirándome.

-Sí todo bien...- dije mientras tomaba asiento y buscaba a la camarera con la mirada lo más discreta posible  -¿Y ya vino alguna camarera o algún camarero?

-Sí ya vino una camarera, ordene por los tres, ya que te habías ido al baño.

-Esta bien, gracias- dije restándole importancia. 

De pronto, la encontré estaba tomando la orden de una mesa, la cual estaba a un escaso metro y medio de la nuestra.

-¿Adivina qué?

-¿Qué?- le respondí sin verlo.

-¿Estás escuchando lo que digo?- preguntó confundido al ver mi poco interés en la conversación. Yo estaba tan distraída siguiendo con la mirada a la camarera que no me había dado cuenta de lo que acababa de preguntar Gerard, así que sin más no conteste nada -¿A quién estás mirando tanto?- miró hacia atrás pero tan solo segundos antes de que lograra ver lo que yo veía con tanto interés, tome de su mejilla e hice que me mirara a mi.

-Creí haber visto a una amiga pero no era, me confundí.-  dije aún con mi mano sobre su mejilla, lo noté un poco sorprendido y hasta un tanto sonrojado. -¿Ibas a decirme algo, cierto?- le sonreí mientras quitaba mi mano de su mejilla lentamente.

-Ah sí.... es cierto- dijo ocultando su nerviosismo desvió la mirada por un instante.

-¿Y qué es?

-La camarera que vino cuando tú te fuiste al baño- hizo una pausa -Me conoce- dijo emocionado y abrí los ojos como platos.

Eso me confirma que sí es la misma mujer ¡no puede ser! y yo que aún me negaba a la posibilidad de que lo fuera o de que le hablará, ahora sé que lo más probable es que va a reconocerme en cuanto me vea.

-¿Así?-  lo miré y asintió -¿Y qué te dijo?

-Primero llego y me preguntó qué era lo que iba a ordenar, yo se lo dije pero luego me miró y comenzó a reclamarme sobre el por qué no he venido en tanto tiempo, eso me pareció bastante extraño pero luego pensé que ella que si lo decía era porque me conoció antes- asentí -Le inventé una historia y al final me pregunto si Garred era hijo mío y de una mujer que yo había traído aquí hace tiempo- dijo negando con la cabeza, intentaba creer o mas bien asimilar las palabras de esa mujer -Pero le dije que no, que ni siquiera sabía a qué mujer se estaba refiriendo y que había perdido la memoria.

-¿Recuerdas haber traído a alguna mujer a este lugar cuando aún tenías memoria, es decir, antes del accidente?

-No, aunque tal vez si lo hice en los años que tengo de memoria perdida pero no lo sé ¡no puedo recordar nada!- dijo frustrado -Y para ser sincero yo no estaba acostumbrado a andar acompañado y menos con mujeres.

 -¿Y en verdad crees que esa camarera te conoce lo suficiente como para aportar información real sobre tu vida?

-En eso tienes razón, no creo que ella me conozca lo suficiente.

-Entonces puede que...

-Pero quizá hay alguien que si me conoce bien- interrumpió -Y posiblemente es esa extraña mujer, la que según la camarera yo traje conmigo, digo ya que ella ha sido la única que he traído a este lugar debe ser por algo...

-¿Algo como que?

-Confianza o algo más que eso, no sé, no puedo decir precisamente las razones.

-¿Y por qué tanto interés en ese dato?

-Porque quizá ese dato me lleve hasta la persona que me dirá sobre lo que fui antes de que intentarán matarme.

-Aquí está lo que ordenas... digo, lo que ordenaron- rectifico la camarera mientras ponía los platos sobre la mesa. Traté de no mostrar todo mi rostro, por lo que use mi cabello para cubrirme un poco. -En el plato pequeño esta la comida del bebé.

-Gracias- dije rápidamente esperando a que se fuera pronto.

-De nada ¿supongo que es suyo, verdad?- me preguntó.

-Sí, es mío- respondí con voz suave.

-Tiene mucho parecido a su padre.- dijo mientras miraba a Gerard. -Los felicito a ambos. Gerard no pensé que fueras a sentar cabeza un día.- rió.

-Estas confundida, ella es mi enfermera y él es hijo solamente de ella.- aclaró y la camarera dramáticamente se llevó una mano al pecho.

-¿En serio?- preguntó mientras me daba la espalda para centrarse en Gerard.

-Sí, en serio ¿por qué?

-Porque se parecen mucho, él tiene una nariz tan linda como la tuya- dijo sonriendo mientras pasaba su dedo índice por la nariz de Gerard.

Han pasado meses incluso años y ella aún sigue interesada en Gerard tanto así que se le resbala en frente de la que hasta hace un momento creyó su esposa y madre de su hijo. Y aunque ella no lo sabía yo era exactamente eso, su esposa no pero si la madre de su hijo y por lo tanto merecía un poco de respeto por eso.

-Gracias por sus servicios, ya puede retirarse.- intervine poniéndome de pie para tomarla del brazo y hacerla girar para que me mirara.

-¿Ya no pedirán nada más?- le pregunto a Gerard directamente y a mi me ignoró por completo quería seguir coqueteando hasta el último momento.

-No, por ahora no.

-Gracias por sus servicios, ya puede retirarse- repetí pero esta vez con un tono de molestia, ella me sonrió burlona.

-¿Cómo que para ser su enfermera lo cela mucho, no lo crees?- dijo antes de irse.

Volví a sentarme y sin decir nada comencé a darle de comer a Garred.

-¿Es eso cierto?

-¿Qué cosa?

-¿Qué te pusiste celosa?

Cómplice I : Monster [Gerard Way Ft. Billie Joe Armstrong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora