Love Live School Idol Project: Un aplauso para el amor

CAPITULO NUEVE

CAPITULO NUEVE:

Después de que entro a mi departamento, se fue a sentar en la sala como si nada, reaccione unos momentos después con un solo pensamiento en mente ¿Qué hacía aquí?

- ¿Qué se supone que haces aquí? ¿Cómo me encontraste? – le pregunte molesta.

- No te preocupes es un gusto para mi volver a verte, tanto como para ti, tenía que entregarte unos documentos, así que te busque. No creas que fue porque quisiera hacerlo, para mi tu no existes- me contesto sin mirarme si quiera.

Me le quede mirando fijamente ella seguía siendo muy bonita de eso no había duda. Media un par de centímetros menos que yo, creí que ella crecería más, pero me equivoque, tenía aun ese porte aristocrático y serio que la caracterizo por muchos años, su cabello ahora era más largo, le llevaba a la mitad de la cintura por lo menos. Sus facciones habían madurado, su rostro era más delgado, pero a la vez muy delicado. Sin embargo, sus ojos, seguían viéndome con todo ese resentimiento, aun me preguntaba de manera constante, si yo merecía esa mirada, tal vez si yo estuviera en su lugar la comprendería.

- ¿Qué papeles me puedes deber tu a mí?, la última vez me dejaste muy en claro que lo único que nos uniría de ahora en adelante seria la sangre, porque más allá de eso. Me odiabas. Si eso sigue así, no entiendo porque estás aquí.

- Eso no ha cambiado. Para mi tu no existes, ¿Cómo puedo perdonarte que destruyeras a nuestra familia? – me dijo mientras me veía con asco y resentimiento – de cualquier forma, como ya te dije, detesto tanto o más que tu volver a ver tu odioso rostro, y pensar que te admiraba, me das lastima, renegada de todos, aunque claro a mí ni me importa eso.

- Yo no puedo creer que consideres que eso era una familia. Solo era un juego social, un contrato que es bien visto y necesario para tener un hogar, supuestamente, al parecer pese a tu edad aún eres un poco tonta, mira que creer que la familia debe permanecer unida, aunque se estén destrozando unos a otros. Ojalá y tú no seas igual a ellos- le respondí con burla.

- Al menos yo tengo el apoyo de mis padres. Tengo a mis amigos de mi lado, me aman y esto acompañada de gente muy valiosa y que de verdad vale la pena. No como tú. Estas sola, en un apartamento de tercera, comunitario porque eres tan miserable que no puedes hacer algo mejor, para la mayor parte de la familia huiste y nos abandonaste, ni la abuela quiere escuchar tu nombre de nuevo, y eso que supuestamente te amaba, pero ¿Quién puede amarte? Pero sabes me agrada tu cambio de imagen así será muy sencillo negar que eres algo mío, además de que no hay nada en este mundo que desee más, que el olvidar que existes- me respondió mi hermana riéndose de medio lado.

- Si. Yo también quiero olvidarme de que tengo que ver algo con ustedes. Es mejor así, más vale estar sola – dije mirando al lado opuesto de donde ella estaba.

- Como sea. No vine a escuchar tu estúpido discurso del cómo has logrado salir adelante y etc., no es algo que me importé. Mis padres quieren verte y con urgencia hay algo que deben comunicarte. Por eso me mandaron a buscarte. En este sobre encontraras el dictamen de la aceptación de tu beca en su totalidad. Al igual que una tarjeta de débito en donde mis padres te mandaran, un apoyo económico hasta que concluyas tu educación- me dijo.

- ¿Qué buscan? Que yo sepa, cuando Salí de su casa, me dejaron en claro que no volviera hasta que tuviera un título. Me echaron como un perro, de milagro encontré un lugar en esta residencia para poder comenzar a estudiar y ahora resulta que me van a apoyar, ¿acaso ya se aburrieron de sus parejas y recordaron que tenían otra hija o qué? – le respondí aún más enojada.

- Aunque te lo explique no lo entenderías, eres demasiado idiota como para que te pueda dar una razón de sus acciones. El caso es que es necesario que vuelvas a casa ya. En caso de que no vayas vendrán a buscarte y supongo que no quieres que vengan. Digo con eso de que ya eres tan autosuficiente- me respondió riéndose de mí en mi cara.