CAPITULO TREINTA

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Renacer

Desperté en la madrugada, ya no tenía más sueño solo me sentía angustiada y sumamente abrumada, había tenido otra pesadilla como ya tenía bastantes meses que no tenía y un sentimiento enorme de temor ante lo que pudiera pasar de ahora en más, desde que hable con mi novio la última vez, no nos habían dejado ni mandarnos un mensaje de texto lo cual al principio fue gracioso, pero al final me genero mucha ansiedad. Tengo miedo, desde que deje de hablar con él, los sueños que tengo siempre son iguales, me veo vestida de novia y el jamás llega, me veo llorando, me veo despertando en mi casa con un gran vacío en el pecho.

- Tengo miedo – me dije a mi misma mientras me abrazaba con temor ante lo inminente de las ideas que mi mente me regalaban. Inseguridades, llenas de dolor y tristezas. Pensamientos desolados en donde todo lo que vivía era angustiante y tan contrario ¿Por qué si hoy es el día más feliz de mi vida tengo tantas ganas de llorar? ¿Por qué me siento tan expuesta? ¿Tan sin nada en las manos?

Se supone que al estar en este momento en el que he pasado tantas tormentas debería tener la calma de la que tanto hablan, no debería tener miedo ante ninguna circunstancia porque tengo la certeza de ser amada. Temo perder todo de nuevo, tengo miedo de perderlo a él y a mis amigas y es que al final esto es tan igual como la última vez que no supe nada de nadie por años, ¿Si me botan de nuevo?, ante este último pensamiento me abrace a mí misma con temor y comencé a llorar toda la angustia de mi pecho, llego un momento en el que no me importo nada y llore y llore a grito abierto, la respuesta llego a mi mente como un rayo, lloro porque me siento sola, me siento desprotegida al no poder contar con la bendición y la compañía de mis padres.

Me dolía que mis padres asistirían por la exigencia de mi abuela y mis familiares, de último momento después de mi maravillosa broma, mi querida mamá me dijo que más que nunca tendríamos que aparentar ante todos y nos exigieron ser parte del enlace matrimonial más absurdo según sus palabras. El dolor que se instauro en mi pecho por eso, llego rápido y paso a segundo plano de un momento a otro, pero ahora salió a flote, aunque deseaba que no fuera de esa manera estaba pasando.

Sentí los cálidos brazos de mi hermana, y me sentí reconfortada, aunque contrariamente llore aún más si no hubiéramos podido arreglar las cosas ni siquiera esto hubiera tenido.

- ¿Por qué no puedo de nuevo seguir siendo la atolondrada que piensa todo va a salir bien? – pregunte con la voz apagada.

- Porque tienes mucho miedo de volver a salir herida, pero eso es inevitable, ser herido o no, no es algo que esté en nuestras manos el poder elegirlo, simplemente nos va a pasar para que la vida por medio de esto nos dé una lección inigualable, una lección que nos haga crecer y nos ayude a ser el empuje para salir delante de todo lo que pasa en lo que vivimos en ese momento y nos estanca al grado de quedarnos ahí solo por el miedo de ser expuestos. Es la interpretación de lo que haces lo que va a lograr que todo se modifique para bien o mal, al final son tus resultados.

- ¿Y si no funciona? – susurre.

- Eso solo lo pueden elegir ustedes dos al paso del tiempo y como vayan alimentando o descuidando su relación – me contesto Nozomi dándome la mano levantara levantarme, Alisa le dio la mano a Yukiho y entre las dos nos ayudaron a ponernos de pie.

- No sé qué pesar, tengo miedo de lastimar a Hiroshi con mis dudas todo el tiempo o a nuestros hijos cuando los tenga frente a mí y me aterre el hacerles daño como me lo hicieron a mí mis padres – recrimine.

- Tus padres no hicieron nada más que tomar decisiones equivocadas, y hacer daño en el proceso, pero tampoco te obligaron a hacer las cosas que hiciste hermana, simplemente, te ayudaron a tomar una decisión de vida que fue la de huir y comenzar de nuevo, y fue bueno para ti, para todas al final estuvo bien porque cambiaste y obtuviste cosas nuevas ¿dónde crees que estarías ahora mismo sino hubiera pasado en tu vida este hecho que te obligo a cambiar tu destino?

Love Live School Idol Project: Un aplauso para el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora