CAPITULO DIECIOCHO

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CAPITULO DIECIOCHO

El momento llego, por fin después de tantas cosas, estamos frente a un escenario tan conocido como olvidado

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El momento llego, por fin después de tantas cosas, estamos frente a un escenario tan conocido como olvidado. Otonokizaka sigue siento como la recuerdo, llena de colores, tradición y millones de recuerdos, pese a las transformaciones de la familia Minami ha realizado las cosas no están tan diferentes.

Todas llegamos un par de horas antes de la presentación inclusive, antes que las personas que prepararían el escenario, ya que a petición de la directora, se instalaría una pantalla gigante en la chanca de futbol y otra en la entrada de la institución, Kotori no nos había dicho nada, pero ante nuestro deseo de visitar una vez más el lugar que nos unió como lo que somos hoy en día tuvo un revuelo enorme, al final de cuentas la gente no había olvidado lo que hicimos por esta institución hace años y menos todo lo que hicimos para hacer ver que ser una Idol no es algo banal.

Según lo que nos contó Kotori, mucha gente quería vernos, tal así que tuvieron que planear un escenario diferente, los boletos que vendíamos como recuperación se multiplicaron enormemente, así que en la azotea, la cancha de futbol y la entrada de la institución al igual que en algunos salones de clases, se colocarían pantallas gigantes para que todos los que vinieran pudieran vernos actuar en vivo. Nos sorprendimos y a la vez no, ya que como dijo Nozomi, al final U'S es la historia que todos creamos juntos.

Regresar a este lugar me hacía sentir rara. Era extraño, aunque era la misma persona, me sentía completamente diferente. No podía ser alguien que no era y que era al mismo tiempo, pero así me sentía, así mi corazón se alborotaba al ver por un instante al cerrar los ojos, esos pasillos llenos de tantas personas que tal vez ya ni nos recuerdan pero que para nosotras eran increíblemente importantes. Porque nos conformaron como las personas que ahora somos.

- Es un poco extraño, ¿no lo creen? – dijo Kotori antes de que entráramos, llevábamos ya cerca de 10 minutos, solamente contemplando el lugar que nos unió y ninguna tenía el valor de entrar.

- Lo es Kotori, deseo tanto entrar y a la vez tengo mucho miedo, hemos tenido tanto desde que dejamos este lugar, experiencias, sueños anhelos, recuerdos y momentos que jamás regresaran. Es como si tuviéramos que encontrarnos con la persona que vivirá eternamente en estos pasillos, esa que tenía sueños anhelos y grandes esperanzas, tal es así que confrontar que hay muchas que se cumplieron, pero se perdieron, o que jamás se luchó por alcanzar, es inquietante – dijo Hanayo sin dejar de ver fijamente la entrada, nadie dijo nada después de eso, solo la miramos de reojo, desde hacía poco más de dos semanas se comportaba algo extraña y eso nos tenía inquietas. Rin, no le dijo nada, solo miro a la entrada con el mismo anhelo, sospecho que algo vivieron esas dos en aquel lugar hace años, y es ese mismo recuerdo el que las tiene sobrecogidas.

- Parece que las Musas necesitan ayuda para confrontar su yo, este yo qué aún vive aquí – dijo risueño mi novio, lo voltee a ver sonriendo y asentí, entre los dos empujamos una a una de las chicas, el momento llego, es la hora, puede que las cosas para nosotras no salieran como lo habíamos soñado... me aterra y me emociona saber, hasta donde he llegado, al regresar la mirada, al lugar del que salí.

Love Live School Idol Project: Un aplauso para el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora