CAPITULO ONCE

343 12 2
                                    

CAPITULO ONCE

Silencio. Es lo único que se escuchaba en la habitación, después de mi repentino acercamiento a Minami, me sentía algo incomoda, más bien me sentía expuesta. Nishikino me obligo a ponerme de pie para revisar mis costillas, según me explico, no tenía ninguna fractura, al menos aparente, ya que pese al dolor no se sentía nada fuera de su lugar, pero como medida de prevención me hizo un vendaje un poco fuerte, mañana iría al hospital con ella para que me tomaran una radiografía. Más que una sugerencia fue una orden directa.

- Necesito ir a trabajar- dije en un susurro.

- No te preocupes. Llamamos hace algunas horas a tus trabajos, le comentamos a tus jefes que tuviste un lamentable accidente y que aún no sabíamos que tan serias eran tus heridas, Maki les explico el problema con tu costilla, dijeron que llamarían después para saber cómo seguías- me explico brevemente Yazawa.

- Si es por el dinero, no tienes por qué preocuparte, la compra de este mes la haremos entre Kira y yo. No acepto ninguna queja respecto a ello- me dijo Nishikino.

- Esta bien.

- Honoka. ¿tienes hambre? – me pregunto Tojo.

- La verdad es que no. Aún tengo la sensación de asco, y me arde un poco el estómago, por ahora no quiero comer nada- le respondí sin verla a los ojos.

- Toma. – Me dijo Koizumi dándome una botella de suero, sin que me lo pidieran tome un trago largo del líquido, tenía mucha sed y necesitaba urgentemente deshacerme de esa molesta sensación de amargura en mi boca.

- Honoka. Nos vas a contar que está pasando, ¿Verdad? – Me pregunto Hiroshi mientras se sentaba junto a mí, aún estaba en mi futon semi recostada.

- Esta bien. Pero después de que les cuente lo que me ha pasado, no quiero miradas compasivas por cortesía, creo que al final merezco todo lo que está pasando- le dije mientras me abrazaba mis piernas.

- Esta bien- me contesto Sonoda, la cual se sentó junto a mí del lado izquierdo.

- Comenzare. Todo paso un día común, tenía más o menos tres meses desde que ingresamos a nuestro tercer año en Otonokizaka, todo pintaba como un año escolar normal, al principio, pero me comencé a dar cuenta que Sonoda y Minami actuaban extraño. Minami parecía que bajo cualquier precio necesitaba olvidar o negarse algo y Sonoda, parecía no comprender alguna situación, pese a que me di cuenta no me metí en sus problemas, tenía poco que había entendido que las personas eligen, aunque no nos guste en algunas ocasiones la naturaleza de sus elecciones, y que, aunque las cosas no fueran como deseamos, no implica que todo este perdido.

Pasaron un par de meses, yo les di su espacio creí que era lo conveniente para que ellas pudieran poner las cosas en su lugar. Mientras se desarrollaba esta situación tenía como dos meses que había aprendido a tocar un poco el piano, por una bella casualidad me habían obsequiado un piano, el mismo que esta en este departamento, y le suplique a Nishikino que me enseñara a tocar. Al principio era muy torpe, es realmente difícil aprender a tocar un instrumento tan complejo.

Pero no me rendí para nada. Todo cambio uno de los primeros días que Minami y Sonoda desaparecieron rápidamente al salir de clases, se suponía que ese día íbamos a pasar la tarde en mi casa para que les pudiera mostrar mi avance con el piano. Pero no fueron. Así que regrese a mi casa un poco triste pero tranquila porque al parecer ya habían logrado resolver sus problemas.

Ese día, entre con mucha cautela a mi casa, me extraño que mi padre no estuviera en la tienda como siempre, había notado que desde que llego la nueva aprendiz se ausentaba mucho. Ella se llama Kagura, un día mi papa llego con ella a casa y nos la presento alegando que si ninguna de sus hijas seguiría con la tradición familiar no quería que el arte de los dulces tradicionales Homura se perdiera así que la eligió. Mi madre no se opuso, es más no hizo ningún comentario, cuando empecé a notar las ausencias de mi padre con esa joven me quede tranquila por algún motivo, si mi madre estaba bien con eso ¿Por qué iba a desconfiar yo de eso? - me detuve un momento, cerré los ojos un poco cansada, me empezaba a doler la cabeza, tome un sorbo más del suero y continúe.

Love Live School Idol Project: Un aplauso para el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora