Ann Letsbourgh
Despierto con un suave toque en mi abdomen. Abro los ojos y veo a Harvey sentado en la cama tocando suavemente mi abdomen.-Hola Ann.-deja un beso en mi mejilla.
-Hola Harvey.-miro hacia todos lados buscando un reloj. Ya está oscuro.-¿Qué hora es?-le pregunto.
-Las tres de la mañana.-dice sin mas.-No tengo sueño.-se encoge de hombros como un niño pequeño.-¿Tu?-yo niego.
Harvey me toma de la mano levantándome de la cama y me lleva a la sala. Él se sienta en el sofá y da unas palmaditas en sus muslos para que yo me siente. Me siento en sus piernas y el rodea mi abdomen con sus brazos.-No tienes escapatoria.-dice divertido y yo río.
-¿Ah no?, veamos si esto funciona.-Comienzo a hacerle cosquillas en su abdomen y el me suelta. Salgo corriendo y el me alcanza. Harvey me persiguió hasta que me empujó al sofá y se colocó encima mío.
-¿Sabes que me encanta de tí?-levanto una ceja y río.-Que por muy jodida que estés, ríes así sin más, eso me encanta, me encanta tu sonrisa.-mis mejillas se ruborizan.
-¿Sabes que a mí me encanta?-el niega.-Que la mayoría de esos días en los que estoy jodida tu estás ahí y haces que ría. Tu eres mi motivo de sonreír Harvey.-Sonrío.
-¿Sabes que más me encantaría de ti?-pregunta y yo niego confundida.-Esto.-acerca sus labios con los míos y nos unimos en un beso. Una gran cantidad de emociones pasan por todo mi cuerpo.
Harvey enreda mis piernas en su cintura y me sigue besando apasionadamente. Agarra mi trasero para que no me caiga y llegamos a la habitación. Harvey me coloca suavemente en la cama y me sigue besando. Por favor que no levante mi camiseta. No quiero que vea mi asqueroso cuerpo. Levanta mi camiseta y comienza a dar húmedos besos en mi abdomen. Se detiene y mira mi abdomen lleno de cicatrices.-Ann.-me mira perplejo.
-No me mires.-escondo como puedo las cicatrices.-Soy un asco, lo sé.-empiezo a llorar.
-No digas eso.-me abraza.-Jamás pensaría eso de tí, eres la chica mas jodidamente perfecta del mundo.-me recuesta en la cama.-¿Estás segura de que quieres seguir?-me pregunta preocupado.
-S-si.-sonrío insegura.-Si quiero.-levanto mi camiseta y el besa cada una de mis cicatrices.
Gimo y el sonríe satisfecho. Yo subo a su cuello y dejo un chupetón. Araño su espalda y el gime de placer.
Un toque en la puerta nos sobresalta.-Quédate aquí.-me ordena Harvey.
Asiento asustada mientras Harvey se va de la habitación.
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Gracias
