La chica se va caminando y yo entro a casa. El teléfono suena y yo fastidiado, lo respondo.
Llamada telefónica:
-¿Qué cojones quieres Stanford? -Ven rápido, Crawford quiere la revancha.
Cuelgo el teléfono.
Me subo a mi coche y arranco a el callejón. Allí hacen peleas callejeras y siempre estoy allí. Soy el mejor de la calle. Una vez recuerdo que maté a un tipo a golpes. No me importó, es mi hobbie.
Aparco el coche y en la multitud puedo ver a Stanford.-¿Qué pasa bro?-me saluda.
-Hey.-le devuelvo el saludo.
-Te toca, ya Crawford está arriba.-Asiento y me dirijo a el cuadro.
Allí está Crawford, con esa cara de gilipollas de siempre.-Vaya vaya, que sorpresa, pensé que no ibas a venir.-todo el mundo rió.-Ya que estás aquí en persona, quiero la revancha.-Se acerca amenazante a mí.
-No tengo ningún problema hijo de puta.- Me quito la camisa dejando ver mis marcados abdominales haciendo que varias chicas griten.
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Ruedo los ojos y me pongo en posición de pelea. Crawford lanza un golpe y yo lo esquivo. Le lanzo un golpe directo a la cara y el cae al suelo. Me siento encima de él y lo golpeo hasta que ya no tiene movilidad. Debe estar muerto. Me bajo del cuadro lleno de sangre y me dirijo a un baño para cambiarme el pantalón y darme una ducha.
Me ducho y me cambio. Joder.-no he traído camisa. Bueno, será enseñando los abdominales.
Me subo al auto y me dirijo a casa. Esta noche ha sido larga. Comienza a llover. Perfecto.- lo que faltaba ahora. Lluvia de noche.
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De pronto veo a una chica caminando por la calle y tiritando de frío.
Ann Letsbourgh POV:
He decidido no dormir esta noche en casa. Odio mi familia, joder ya tengo 17 años, puedo vivir sola. Empieza a llover, genial. Comienza a hacer frío y yo empiezo a tiritar. De pronto oigo un auto detrás de mí. Me volteo y el auto para. Baja la ventanilla y no lo puedo creer. Es el chico de hace un rato.
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-Sube.- me ordena. Me quedo parada.-¿Qué coño no has entendido de que subas?.- dice un poco fastidiado.
-¿Quién coño te crees tú para decirme qué hacer?- le respondo super enojada.
El ríe y se baja del auto. Se acerca a mí y me carga. Yo pataleo y grito. -¡Bájame!- es inútil. Abre la cajuela y saca unas cobijas de adentro. Me envuelve en ellas y me deja en la parte trasera del auto.
-¿Qué cojones te sucede?-le grito, estoy muy asustada. No se a donde me lleve.
-¡Por Dios!, ¿Qué querías que hiciera?, ¿Que te dejara muriéndote de frío?, ¿Que te diera una pulmonía o algo?- me reprocha.
-Yo no te conozco, puedes ser un violador. Y no llevas camiseta.- esto último le hizo reír.
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-¿Enserio?- sigue riendo.- Lo hago por que quiero linda.-dice juguetón y se concentra en el camino.
-¿A dónde vamos?-le pregunto un poco preocupada. No debería estar con un extraño en un auto y menos si no lleva camiseta.
A mi casa.- responde de lo mas normal.
-¿QUÉ?- le grito.- ¡NO TE CONOZCO!-le vuelvo a repetir.
-Vale, mi nombre es Harvey Bargain, listo, ya me conoces.-lo miro mal por el espejo retrovisor y busco una manera de salir del auto.
