Despierto en una habitación muy bonita. Tengo unos bóxers de hombre y una camisa super enorme de hombre. De pronto la puerta se abre dejando ver a Harvey sin camiseta de nuevo y con un desayuno.
-Buenos días bella durmiente.-dice burlón y se acerca a mí.-Come.-coloca el plato entre mis piernas. Miro el plato, huevos con bacon y un vaso de jugo de naranja. Dejo el desayuno en la cama y me levanto.
-¿Qué coño hago...-intento reprocharle.
-Estabas durmiendo fuera, hacía un frío de cojones y estabas tiritando, no iba a dejar que murieras de hipotermia.-me interrumpe.
-T-tu me has...-le señalo la ropa.
-Si.-responde neutral. Lo miro mal, ¡me vió desnuda!-No tenía mas remedio, era eso, que me mojaras la cama o que te diera una pulmonía.-responde con una sonrisa pícara.
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Me giro para salir de la casa y dirigirme a la mía pero siento unas manos en mis caderas que me sujetan.-¿A dónde crees que vas?-susurra en mi oído. Le doy un empujón y luego una bofetada y me piro de allí.
Me dirijo a casa, entro y no hay nadie. Genial.-pensé.-Así no hay nadie que me joda la vida.-Me dirijo a mi habitación y tomo mis cosas de hacer ejercicio. Iré a golpear el saco un rato.
Hago una mochila con todo lo necesario y emprendo camino al gimnasio. Llego y dejo mis cosas en mi casillero. Me dirijo a los sacos de boxeo, me vendo los nudillos y comienzo a golpear el saco. Por un momento creí que era Harvey y empezé a golpearlo más fuerte. Mis nudillos sangraban, cuando creí que iba a romper el jodido saco una mano en mi hombro me detiene.-Vaya, vaya.-se para en frente de mí y mi cara cambia totalmente.-si es la niñita mimada de papi.-lo ignoro y sigo golpeando el saco. Se para frente mío cruzado de brazos.
Ya fastidiada, lo intento empujar pero apenas logro moverlo.-¿Qué coño quieres?-le digo molesta.
-¿Qué tal una cita?-me sonríe. Yo lo golpeo en el hombro.-¿Qué tal una pelea?-le medio sonrío.
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Se coloca detrás de mí y coloca sus manos en mis caderas.-Me encantarían ambas, te vendré a recoger a las 7:00.-susurra en mi oído y deja un húmedo beso en mi cuello.
