—Oye, ¿qué haces aquí afuera a estas horas?—le hablo a la chica.
Esta se voltea un poco asustada y comienza a temblar, debe ser por el frío o porque me vió con un cuchillo. —¿V-vas a m-matarme?—debe referirse al cuchillo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—No, no voy a matarte.—me acerco lentamente hacia ella.—Es solo que es raro ver a una chica sola a estas horas.—ella se levanta del banco y se aleja de mí.
—N-no te conozco.—dice asustada.
—Yo tampoco te conozco y mírame.—me señalo.—Aquí estoy, hablando contigo.—Le sonreí amistosamente
—Tu eres un chico, te puedes defender. ¿Qué haría yo?, sólo soy una chica insignificante.—
Noto que se le rompe un poco la voz al decir esto y veo como una lágrima baja por su mejilla.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Porqué lloras?—le pregunto un poco preocupado. Podré ser lo más hijo de puta que hay pero nunca soportaría ver llorar a una mujer. No puedo dejarlo así.
—Nada, estoy bien, tranquilo.—se limpia una lágrima y sonríe.—No te preocupes por mí. Mi vida ya está lo suficientemente jodida.—dice para irse caminando.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ann Letsbourgh
Me voy caminando hacia mi casa que no es muy lejos de aquí. Tal vez una o dos cuadras. Este tipo es muy extraño.
Llego a casa y entro por la ventana de mi habitación. Me escabullo hacia el baño y tomo una relajante ducha. Salgo envuelta en una toalla y me encuentro con mi madre.
—Ann.—Me llama.—¿Dónde estabas?—me reprocha. Sigo hacia mi habitación y saco mi ropa sin contestarle.—Ann, te estoy hablando.
Mi madre es super irritante.
—Salí.—le dije cortante, a ella no me importa a donde vaya.
—¿Cómo que saliste?, sabes que está mal que no me avisaras.—me vuelve a reprochar.
—¡Y TU SABES QUE ESTÁ MAL FOLLAR CON EL JEFE!—recibo una bofetada de su parte.
—A mí me respetas Ann, no sabes lo que dices.—me dice enfadada y se va.