Llevo alrededor de 3 horas conduciendo y no se a dónde ir. Me detengo en un restaurante de comida rápida y ordeno una hamburguesa.
Me la como dentro del coche y sigo conduciendo. Decido aparcar el coche y sentarme en unos banquitos. Me siento en el banquito pensando en lo ocurrido hoy y empiezo a llorar.
Siento una mano en mi hombro y me sobresalto.-Hola.-Es Harvey.-¿Ann, estás bien?-me mira preocupado.
Lo miro y le doy un abrazo. Necesito un abrazo en estos momentos.-No.-digo llorando.-No estoy bien.-el me abraza y acaricia suavemente mi espalda.
-¿Te llevo a casa?-me pregunta.
-No.-lo miro.-Ya no vivo allí.-el me mira confundido.-Mi hermano me ha echado.-Bajo la mirada.
-¿Qué?-dice asombrado.-Vamos.-me toma del brazo.
-¿A dónde vamos?-lo sigo.
-A tu casa.-me zafo del agarre de Harvey.
-No, no vas a hacer otra de las tuyas.-me subo en mi auto.
-Eh.-me detiene.-¿A dónde vas?-me pregunta.
-No lo se.-suspiro.-Tal vez viva el las calles.-enciendo el auto y me voy.
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Gracias.
