"Bebé, enseñame, muestrame el camino a tu corazón. Oh, mi bebé, te estoy rogando. Estoy en el medio, ahí es donde voy a comenzar. Me encanta como tus ojos complementan tu cabello; la forma en tu jeans encajan hacen que mire. Prometo estar aquí para siempre. Lo juro" -Love Me Like You Do, Justin Bieber.
Estar rodeada por los brazos de Justin era tan excitante como ver una pizza recién salida de horno. Él era delicioso.
Después de estar fundidos en ese abrazo tan dramático nos fuimos a sentar en uno de los sillones blacos de la habitación. Estar sentada aquí era como recordar viejos tiempos. Justin fue a darse un bañando y yo estaba, como siempre, esperándolo a fuera. A comparación del hotel anterior esta vez sí estaba despierta y alerta.
Al poco tiempo Justin salió y la boca de me hizo agua de solo verlo salir de la ducha. Ser tan sexy debería ser un delito.
—Por Dios, ten piedad de mí y ponte una camisa, amigo —me tape los ojos y cerré mi boca antes de que se me saliera la baba.
Justin se rio y luego de colocó una camisa.
—Me gusta estar fresco —explica
—No. Eres un exhibicionista —acuse.
Pensé que iba a decir que salieramos, pero en vez de eso se desparramo al lado del mueble en el que estoy y pasa su brazo por el respaldar. Lo miro esperando que diga algo, pero él sólo recuesta su cabeza hacía atrás y suelta un suspiro mientras cierra los ojos.
—Sólo estoy cansado. Estoy despierto desde las 4 de la mañana para poder preparar bien el show -responde mi pensamiento no dicho después de un tiempo.
Lo entiendo, así que solo me quedé en silencio y lo observe mientras descansa. Él podría irse a la cama o a cualquier lugar ahora mismo a descansar mejor, pero entonces entendí que estaba lo suficientemente cansado como para no moverse a ningún lado.
Después de un rato comenzó a producir suaves ronquidos y a respirar de forma tranquila. Me apoyé en su brazo y lo mire. Todo de él. Sus pestañas largas, sus graciosos y extraños granos, sus labios carnosos, su cabello, y este parecía tan suave que no pude resistirme a acariciarle. Y como se suponía, era suave, y desprendía un olor agradable. La habitación se sumió en un absoluto silencio, tan tranquilo que no tenías ganas ni de respirar para no corromperlo. Paso así durante lo que parecían horas, pero algo interrumpió la paz haciendo que Justin se sobresaltara. Parecía como la alarma de un móvil.
—Oh Dios, ¿tan rápido? —pregunto a nadie en particular.
Se puso derecho y se restrego los ojos. Saco su teléfono y apagó el sonido desquiciante.
—Que sonido de alarma tan horrible —trate de bromear. Casi.
—¿Me vistes dormir todo este tiempo? —pregunto, pero algo en su tono no sanaba agradable. ¿Me estaba acusando?
Me quedé muda. Ahora en la forma en la que él lo dice suena la cosa más rara del mundo. Suena como si lo estuviera acosando.
—Yo... bueno, no tenía a donde más ir. Tu te dormirtes y yo... —parezco una necesitada. ¿Quién me mando a venir hasta aquí? Ay, Dios, debiste dejar que aceptará la propuesta de Derek.
Justin me miró unos segundos y luego se levantó. Quería seguir su acto pero ahora me sentía cohibida. Él se fue a un armario y saco unos vaqueros, una ramera ancha, una gorra y unos zapatos.
Enarque una ceja.
—¿Qué haces?
—Después de un show por obligación debo ir a una fiesta que organizan en una discoteca. Me dan unas cuantas horas para que descanse y luego me tengo que ir —explica como si fuera lo más obvio.
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La Vida Con Molly. ||Justin Bieber||
Fanfiction«Soy una chica invisible, enamorada de un chico que brilla como estrella». Soy Molly y así fue como mi vida paso de ir a la universidad y estar con mis amigos a estar rodeada de cámaras, fama y luces. Así fue como me vi involucrada con la superest...