Capítulo 14: Desastre.

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"Ves la situación no es fácil. Ya me escondi bastante. Solo quiero soltarme, besarte y decirte que no importa si es tarde o que alguien nos mire quiero que me trates como en tus mensajes donde todo es fácil y no te ve nadie, ¿qué le importa a la gente?" -Qué le importa a la gente, CD9.

Antes de llegar a la casa Justin ya estaba ahí en la puerta esperándome. Su cabello estaba largo y su flequillo tapaba la mitad de su cara.

Necesita un corte, pensé.

Estaba cojeando y con mareo, todos mis vecinos me miraban con curiosidad, y estoy segura que parece que me hubiera arrollado un camión.

-¿Del uno al diez qué tan enojada estás? -curioso Justin al verme llegar a la puerta.

Yo simplemente quería entrar a mi casa, quitarme la ropa y dormir hasta que sea Diciembre.

-Bien. Estás muy enojada -dijo Justin con una mueca cuando abrí la puerta sin mirarlo, hablarle o apartarlo.

Los dos entramos a la casa en silencio, porque de nada servía dejarlo a fuera si de igual forma en algún momento iba a entrar.

-Santa virgen de Dios -exclamó mamá desde la puerta de la cocina-, ¿qué te ha pasado? -me detuve para ver su expresión sorprendida y confundida.

-Salgo con un famoso -respondí. Eso fue lo que paso. Soy la novia de una estrella pop. Genial.

-Ohh -fue lo único que dijo mamá. Miro a Justin esperando una respuesta más satisfactoria, pero, la verdad, no había otra.

-Alguien esta en problemas -murmuró para nadie en particular al referirse a Justin con burla.

Mientras subiamos las escaleras Justin no dejaba de hablar.

-De acuerdo, siento mucho la mierda que paso hace rato ¿ok? -continuo- pero eso no fue mi culpa. Son simplemente personas que se emocionan al verme. Es normal -él trataba de que yo entrara en razón, que entendiera lo que ya sé.

Me quite toda mi ropa y quede desnuda, vi como los ojos de Justin escaneaban todo mi cuerpo, y cuando pase a su lado oí cuando se quedó sin respiración. Quise sonreír al saber que causo el mismo efecto que él causa en mí, pero estoy tan cansada que no quiero hacer ningún movimiento.

Me coloqué una camisa de Justin y me fui a la cama, cuando veo que él me mira desde la esquina de la habitación alzó una ceja.

-¿Te vas a quedar ahí o vas a venir conmigo?

En seguida se quitó los zapatos y la ropa quedando en boxer. Sus tatuajes salen a luz, y una pequeña sonrisa se asoma.

-Lamento realmente todo. El pequeño ataque en el auto, que te gritara, el desastre en el parque. Todo. En serio, nena, sabes que yo nunca querría eso -sus ojos son intensos en este momento-, pero antes de eso, la caminata, los besos, la charla, fue perfecto. Se sintió tan real -susurro-. Tú me haces sentir tan real. Haces que todo parezca mejor -lo miré, lo miré de la forma en que pocas veces lo hago: vi sus ojos caramelo, sus labios gruesos, sus pestañas claras, sus pecas y granos. Traté de ver a través de él. A través de esa capa en la que la fama lo arropo.

-o-

Justin y yo podríamos estar discutiendo un minuto y al otro haciendo el amor. Era como un círculo vicioso. Él siempre estaba estresado y le molestaba traer toda esa mala energía a casa.

Esta por sacar un nuevo sencillo y por eso este fin de semana no puede ver.

-Lo siento, nena -se lamenta, y sé que en serio lo lamenta. Puede estar al otro lado del mundo pero he aprendido a identificar sus tonos de voz.

La Vida Con Molly.  ||Justin Bieber||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora