La Vida Con Molly. ||Justin Bieber||

Capítulo 15: En el auto.

"Cuando me levanto en las mañanas pensando en ti, solo en ti. Estoy muy agradecido por tu existencia. Soy fiel sin importar la distancia. Tú eres la única chica que veo, y desde el fondo de mi corazón por favor, cree. Eres todo lo que me importa" -All The Matters, Justin B.

(Recomendación: escuchar toda la canción porque este cap fue hecho a base de esa canción y de Despacito pero la versión que tiene con Justin B.)

Esto no puede estar pasando. Me gusta Justin, le quiero, pero ¿enamorarme? ¿y si él no está enamorado de mí? Eso sería un gran golpe.

Sé que Justin vendrá en cualquier momento y más si le colgué el teléfono cuando él me estaba dando el boleto de salida. Él no es de los que se queda sin una respuesta. Estoy en mi habitación tratando de organizar las ideas, y aun cuando la ventana está abierta y el aire frío entra, siendo que me ahogo. Que no puedo respirar.

Escucho que la puerta se abre y antes de que pueda voltear a ver la voz de Justin rompe el silencio.

—Eres todo lo que me importa, Mol —su respiración es agitada y pensé en que tal vez venía corriendo. Todavía estoy de espalda, sentada y mi corazón golpea fuerte—. Por favor no me dejes —deje de respirar y casi me atraganto con mi propia saliva. No quiero demostrar que sus palabras me golpearon fuerte, así que pongo mi mejor cara de poker, pero al voltear a verlo me descompongo en un segundo. Claramente se le nota sus ojeras, su mirada es tormentosa y puedo ver como sus manos tiemblan a sus costados.

—Sé que hace un rato dije algunas cosas que en verdad no quería —continúa—, es que tenía miedo, ¿vale? Siempre tengo miedo. Tengo miedo de que te aburras de mí y de toda mi mierda y te vayas —lo miro, me mira. Tiemblo—. Mi único maldito miedo es que un día me llames y me digas que ya no vas a volver, Mol. Por favor, por favor, no me dejes —su voz ahora es más suplicante y quiero ir a abrazarlo pero estoy paralizada y mi corazón parece que va a estallar.

—No lo haré —consigo decir—. También te necesito —su mirada se alivia un poco al escuchar mis palabras. Vuelvo a respirar.

Nos quedamos así unos segundos, y yo quería decir las palabras, pero más que decirla, quería que él también las dijera. Sé que él no va a decir nada, así que me quedé callada, lamentando hacerlo.

Hasta que dije la única otra cosa que de verdad sentía.

—Odio las luces de la cámara de los paparazzis

Justin ríe entre dientes.

—Lo sé. Yo también lo hago.

Suspire y deje que Justin se acerque a mí y me abrace. Se sintió tan bien. Se sintió como volver a casa después de un largo viaje.

—o—

Acabo de descubrir otra cosa sobre Justin Bieber: es un horror, no, una pesadilla como acompañante de auto.

—Ya deja de gritar por amor a Jesús —pedí exasperada.

—Solo digo que conduces como mi abuela —refunfuña cruzandose de brazos.

—Y es porque conducimos de forma legal —respondí rodando los ojos.

Después de discutir todo el camino con Justin llegamos al supermercado y comencé a buscar un lugar donde aparcar.

—Ahí hay un lugar —señala en otra señal que indica que ahí no se puede parquear.

—Ahí no se puede —le digo obvia.