Capítulo 23: Caída Libre.

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"Sentía que lo conocía, conozco su corazón; sé que no haría nada para hacerme daño. Pero no me di cuenta que me sentía tan confiada, sintiéndome tan bien conmigo misma y luego me sentí completamente destrozada. Me hizo sentir tan estúpida" -The Heart Want What It Want, Selena G.

Conozco su corazón, lo conozco. Hemos compartido tanto que podría decir cada detalle sobre él. Sentía que conocía cada cosa de él pero entonces me di cuenta que en realidad lo que conozco de él es como la gota de todo un océano.

Crees conocer a alguien, crees saber cada secreto, cada movimiento y cada acción. Estar con él se sentía como que corres a toda velocidad, como que eres imparable y entonces te estrellas contra una pared y todo se viene abajo.

Hay errores, todos somos humanos, todos somos persona imperfectas y no podemos evitar dañar a la gente que amamos, no podemos controlarlo.

—¿Crees que lo haya disfrutado? —estoy sentada en capo del auto de Derek mientras él se fuma un cigarrillo.

—No lo sé —él lo sabe, es hombre, ellos como las mujeres pueden saber ese tipo de cosas.

—Yo creo que lo disfruto tanto que se olvido de todo —Derek termina el cigarrillo y lo pisa con la punta del zapato; se cruza de brazos y las piernas.

—Solo está hablando el dolor, Mol. Tu no sabes qué paso —no diré algo dramático, pero si hay algo que sé es que él lo disfruto.

—Lo conozco. Conozco lo que le hace feliz y lo que no, y sé que si no hubiera querido no lo hubiera hecho.

Nos quedamos en silencio por tiempo, odio el silencio, Derek lo sabe, pero en este momento hasta yo sé que no hay nada que decir. No hay una sola palabra que pueda reparar esto. Después de un tiempo, no sé cuánto, me rompo a llorar y él único que está ahí para sostenerme es Derek, mi amigo fiel, y esta bien.

—o—

Dos días han pasado. Todo parece ir como si nada, todo sigue igual. Pero es porque he ignorado las redes sociales, la televisión y hasta la universidad. Estoy siendo una tonta, lo sé, y no hay nada que me de más rabia que eso.

—¿No has hablado con él? —pregunta mi madre desde el marco de la puerta.

Negue con la cabeza. Mamá suspira y se va. ¿Por qué todo se siente como en cámara lenta? Tal vez estoy drogada y no me di cuenta, solo tal vez. Y entonces sonó el móvil, una llamada de Justin. La imagen de su cara en mi teléfono duele. Dejó pasar la llamada y a partir de ahí las llamadas y mensajes no pararon.

Paso toda la tarde en mi habitación ignorando el mundo exterior, ignorando el dolor punzante dentro de mí y la constante vergüenza que siento.

No me parte el corazón que Justin me haya engañado, no me parte el corazón que Justin haya mentido, jugado y acabado con mi dignidad; tampoco estoy molesta porque ahora voy a tener que enfrentarme a la vergüenza pública de que mi novio me engañó con otra persona. No, eso no es. Lo que de verdad me duele, me molesta y me avergüenza es lo que ha causado en mí. Un dolor que paraliza, una rabia que hace que te duela el alma y una vergüenza porque aun amo a Justin, y sinceramente la parte tonta de mí quiere perdonarlo. Porque lo amo y eso haces cuando amas a alguien, personas sus errores, pero ¿en qué me convertiría si hiciera eso? Ya no miraría a Justin como el chico que me hace feliz sino el chico que me convirtió en una débil y estúpida persona. Ya ni siquiera podría mirarme a mí misma en un espejo.

Dios. Ni siquiera sé quien soy. Pensé que era fuerte, pensé que real ante la vida, que estaba lista para todo lo que viniera. Pero me di cuenta que solo me mentía a mí misma.

La Vida Con Molly.  ||Justin Bieber||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora