5. Doble cara.

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Luego de la gran noche que pasamos, mis tíos dijeron que los Wellington habían quedado muy sorprendidos conmigo, y con mis buenos modales.

Esto de encantarle a la gente me está gustando.

Penelope también se lo había pasado bien con Rick; aunque dijo que bebieron muchísimo en un bar, y por eso hoy traía unos lentes oscuros—que tapaban sus terribles ojeras—.

Pero por más noche soñada que hayamos tenido el otro día, hoy tocaba escuela de nuevo.

Nos encontramos a Peter en la entrada, y lo saludamos.

— ¿Qué te pas —

— No preguntes —Penny puso una mano en la boca de Peter.

— Ha bebido mucho, y casi no ha dormido —Le murmuré por detrás.

— Traten de no hablarme hoy. Voy a dormir en mis clases.

A Peter y a mí nos tocaba Cálculo juntos. Así que Pen, siguió unas puertas más adelante, y nosotros nos fuimos a sentar uno junto al otro, cuando entramos al salón.

El profesor, Reneé, así era su nombre, dejó un par de problemas en la pizarra, para que los copiemos y los resolvamos.

Peter era bastante bueno, así que le pedí que me explicara, los que a mí no me salían, que eran la mayoría.

Me distraje porque tocaron la puerta, parecía un chico medio perdido el que se asomaba por esta. El profesor abrió y cruzaron un par de palabras.

— Casi lo olvido —dijo adelante de todos—, al parecer no es la única nueva, con una familiar en la escuela, señorita Bastille.

Un chico pelinegro entró al salón, con un morral colgado de su hombro. Estaba bastante serio, aunque también parecía asustado.

— El es Ben Wellington. Si, primo de Nick Wellington.

El no estaba en la clase, pero el profesor supuso que todos ya sabían de quién hablaba. Y me parecía genial tener un nuevo compañero, y primo de Nick además. Ahora no me sentía tan sola trayendo el papel de "prima de".

Ben se sentó un banco adelante de mi. Quise tocar su espalda para presentarme, varias veces, pero el profesor siempre pasaba cerca y no quería que me llamara la atención.

Cuando la clase terminó, todos salieron disparados por la puerta, incluyendo a Peter, que se moría por ir con Penny. Solo quedó Ben, y vi la oportunidad perfecta.

— Hola —me paré frente a el—, soy Ivanna. También soy nueva.

— Ajam, ¿y eso me importa por qué? —Bueno, parecía un poco malhumorado, veamos si una chica tan alegre le mostraba un lado feliz del día.

— Soy prima de una de las alumnas de aquí. Escuché que tu primo es Nick, y que eres un Wellington.

— Ni que lo digas. Estoy en una pesadilla. Vivía en Texas, y mis papás me mandaron a Nueva York con mis tíos, porque decían que era muy "revoltoso". Y en cuanto a mis tíos, son de lo peor, no me dejan hacer nada, tienen tantas reglas.

— Yo conozco a tus tíos, fueron muy amables conmigo, la otra noche.

— Espera, ¿tú eres Penelope Bastille?

— Su prima. Vengo de París. También me estoy quedando con mis tíos.

— Entonces es bueno tener a alguien que me entienda. Pienso escaparme, irme vivir a la calle no sé, hasta que alguien reconozca que pertenezco a Brodway —Reí ante su comentario. Parecía un chico rudo, pero tenía unos lindos ojos avellana, que te hipnotizaban y te hacían creer que en realidad mostraba algo que no era.

. . .

A la hora del almuerzo, le pregunté a Ben si quería sentarse en nuestra mesa. No parecía hablarse mucho con su primo.

— Así que tú eres Ben Wellington, ¿eh? —Penny lo miraba como si estuviera a prueba.

— El mismo.

— He escuchado muchas cosas de ti. Como que robaste varias veces; y que atropellaste, sin querer, a uno de los compañeros de tu antigua escuela; oh y como olvidar de que estuviste en el correccional.

— Todo es cierto. Menos lo de que atropelle "sin querer", lo vi frente a mi auto, y lo arrollé porque estaba molestando a una chica —Todos abrimos nuestra boca en una "O". Incluso a Peter se le cayó la papita, que estaba comiendo, de la boca.

— Tus tíos deberían aprender a cerrar la boca, y no contar todo lo que pasa dentro de su familia.

— Lo hacen porque su vida es poco interesante, y yo siempre fui la estrella de la familia. ¿De quién van a hablar si no es del increíble Ben? —Todos comenzamos a reír.

— ¿Por qué te sientas con ellos? —Nick lo fulminó con la mirada parándose en frente a donde estábamos sentados.

— ¿Por qué no? —Ben se paró y quedó a la misma altura que Nick.

— Porque son unos perdedores, y tú eres mi primo, y tienes una imagen que conservar.

"Perdedores". Ya me las pagará Nick Wellington. Podía haberme caído muy bien, antes de tratarnos como si no nos conociera.

Penny pareció ver mi frustración y me habló por lo bajo:

— Aquí tienes otra de las razones de porqué lo odio —Ella puso sus ojos en blanco—, actúa como si no nos conociera frente a todos.

. . .

Salí de la escuela, y de nuevo, Penelope se había ido con Ricky y me había dejado.

Comencé a caminar, por donde recordaba que habíamos ido con la patineta de Nick. Sosteniendo ambos lados de mi mochila, como cuando tenía cinco años.

Sonreí, porque vi que más adelante estaba Ben, caminando también. Traté de caminar para alcanzar su paso, pero Nick paró su skate frente a mi.

— ¿Te llevo?

— No, gracias —Me hice a un lado, y el también. No me estaba dejando avanzar.

— ¿Qué te sucede?

— Uhm —Llevé una mano a mi mentón—, tal vez creí que éramos amigos, y que los amigos se tratan como amigos, frente a todos. No como basura en la escuela, y afuera como si te conocieran.

— No entiendo.

— Nick. Actuaste como si no nos conocieras en la cafetería. Nos llamaste "perdedores". ¿Entiendes ahora?

— Ohhhh. Si claro —sonrió como si estuviera todo más que bien—. Es que así funciona nuestra relación. Adentro soy popular, y tú marginada, o amiga de los marginados. No nos conocemos. Y afuera, podemos ser amigos —Reí con sarcasmo.

— No, cariño. Yo no soy doble cara. En todos lados me tratas de la misma manera. Y veo, que no vas a dejar tu "popularidad", así que, si te corres, puedo ir caminando con Ben, que a él no le interesan los estereotipos.

Esta vez me hice a un lado y no me siguió. Comenzó a patinar en la calle. Yo me puse junto a Ben y él sonrió al verme. Se sacó sus auriculares y los guardó en su bolso.

— Vamos para el mismo lado, ¿te molesta si te acompaño?

— ¡Claro que no! Me hacía falta alguien con quien charlar.

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Woah! No sabía que les iba a gustar tanto la novela. Gracias, muchísimas gracias a todos. Por los votos y las leídas. Me gustaría que comenten lo que les da risa o lo que sientan! Solo quiero que comenten ahre.

Bueno los amo, chao.

Ivanna & NicholasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora