El día de escuela de ayer, había sido muy parecido al de hoy. A diferencia de que varios chicos se me acercaron y me pidieron mi número telefónico.
La mayoría de ellos, pertenecían al equipo de soccer de la escuela. Eran altos, y musculosos. Traté de rechazarlos, es más solo le pasé mi número a los primeros dos chicos, pero para el final de la última clase, mi celular colapsaba de mensajes.
— ¡Señorita Bastille! ¿Podría poner su celular en silencio? —exigió la profesora de Trigonometría.
— Si lo siento, es que ya ni ponerlo en vibrador funciona —dije mirando mi celular. Y cuando menos lo esperé toda la clase estaba riendo. Supongo que habían malentendido lo que había dicho. ¡Pero que cabecitas de mente sucia había en el colegio!
La campana sonó y la profesora me miró con desaprobación. Yo solo me disculpé con la mirada, y salí de la clase con una de mis encantadoras sonrisas.
— ¡Ivanna! —Llamó Penny.
— Ahí estas, ¿dónde te has encontrado en todo el día?
— Me saltee un par de clases, porque fui con Ricky, a pasear cerca de la Estatua de la Libertad.
— Ya, Pen, ¿enserio? Bueno, dejemos de hablar del sucio Ricky —Ella me miró mal—. No paran de llegarle mensajes a mi celular, no sé cuál es él problema.
— Genial, ahora tienes un chico para elegir, y me dejarás tranquila —Rió ella—. Ven, vamos, Ricky hoy no me lleva a casa.
— ¡GENIAL!
— Pero tendremos que ir a coquetearle al loser que tiene auto.
Esperé unos minutos de lejos, viendo cómo mi prima persuadía a un chico que parecía friki, para que nos lleve a casa.
Cuando ella subió en la parte de atrás, supe que era momento de acercarme y subir también.
El chico, que luego me enteré, que era Albert, el mismo del día del laboratorio, parecía mostrarse muy amable. Nos contó durante el viaje, algunos de los estrenos de las próximas películas que saldrían en cartelera.
Cuando bajamos nos despedimos y no pude evitar preguntarle a mi prima:
— ¿Con qué lo persuades para que nos lleve?
— Le digo que iré con el al baile de fin de año.
— Aw, que amable de tu parte, Pen.
— No, boba, no voy a ir con el. Solo lo digo para que nos lleve.
— ¡Entonces es muy grosero de tu parte!
El resto del día nos lo pasamos alistándonos para la cena de esta noche, y Penelope, para salir con Ricky.
La tía Tamy, nos había dejado unos bellos vestidos, para que elijamos ponernos para hoy. Penny, me contó, que las cenas con los Wellington casi siempre eran formales, porque terminaban yendo a un lugar súper exclusivo al final de la noche.
Opté por el vestido rojo, descubierto en la espalda, que hacía mis piernas más altas. Luego me puse unos tacones color crema y dejé mi lacio pelo rubio suelto.
Por otro lado, Penelope, se puso unos jeans, una remera suelta, que transparentaba su brasier, y se hizo bastantes ondas en su cabello.Enserio, que los tacones, me hacían súper alta. Ya tenía una considerable altura, no entendía para que más, pero igual me veía bonita.
Las dos salimos a mostrarles a mis tíos como nos veíamos. Ellos pusieron su boca en "O", y luego mostraron una sonrisa.
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Ivanna & Nicholas
Novela JuvenilIvanna llega de París, a Nueva York, para cursar su último año de Preparatoria donde asiste su prima. Ella se verá rodeada de cosas y personas nuevas, entre ellas: Nicholas Wellington.